Nadie toca nada: borran todo rastro de Kim Jong-un tras reunión con Putin

Tras las conversaciones entre Kim Jong-un y Vladimir Putin, el protocolo ruso ordenó borrar todos los rastros del líder norcoreano: retiraron el vaso del que bebió y limpiaron minuciosamente la silla donde estuvo sentado. La medida llamó la atención por el nivel de cuidado extremo aplicado tras el encuentro.
De acuerdo con reportes internacionales, personal de seguridad se encargó de que no quedara ningún objeto ni superficie con huellas del mandatario norcoreano. Estas acciones se enmarcan en estrictas normas de seguridad y confidencialidad, habituales en reuniones de alto nivel, aunque en este caso fueron más visibles de lo normal.
Limpieza total tras la cumbre Putin–Kim
El episodio se produjo después de la reunión privada entre ambos líderes, donde discutieron cooperación militar y política. Testigos indicaron que, apenas Kim abandonó el lugar, un equipo ingresó de inmediato para desinfectar y retirar cualquier elemento que hubiera estado en contacto con él.
Expertos señalan que este tipo de protocolos buscaría evitar riesgos de espionaje, contaminación biológica o recolección de ADN, prácticas que no son nuevas en entornos diplomáticos sensibles. En el caso de Kim Jong-un, se aplica con mayor rigor debido al fuerte hermetismo del régimen norcoreano y la preocupación por su seguridad personal.
Putin y Kim, reunión bajo máxima reserva
La reunión entre Putin y Kim Jong-un se realizó bajo estrictas medidas de seguridad y duró más de dos horas. Aunque no se revelaron detalles oficiales, la limpieza total del área tras el encuentro subrayó el carácter reservado y la desconfianza que rodea este tipo de cumbres.




