Capilla Sixtina y Sala de las Lágrimas, listas para el cónclave del nuevo Papa

El Vaticano mostró imágenes de dos lugares clave en la elección del nuevo Papa: la Capilla Sixtina, ya acondicionada para el cónclave, y la llamada “Sala de las Lágrimas”, donde el pontífice electo se viste por primera vez con la sotana blanca.
Así te lo informamos en Uno Noticias:
Preparan la Capilla Sixtina para la elección del nuevo Papa
Los trabajos en la Capilla Sixtina comenzaron hace una semana e incluyeron la colocación de la tradicional chimenea por donde saldrá la fumata negra o blanca, señalando el resultado de las votaciones.
La estufa y la chimenea están conectadas por un tubo de cobre de 15 metros que atraviesa una ventana y asciende por el techo del edificio. Esta instalación permite que, tras cada votación, el humo se libere al exterior: oscuro si no hay acuerdo, blanco si un nuevo Papa ha sido elegido.
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Además, se colocó un piso falso de madera, nivelando todo el interior de la capilla desde la mampara de mármol hasta el altar.
Este andamiaje protege el suelo original y permite instalar los escritorios donde se sentarán los 133 cardenales electores. Una interpretación adicional señala que al elevar la superficie, los cardenales pueden mirar directamente el fresco del Juicio Final de Miguel Ángel al acercarse a depositar su voto.

Las ventanas de la capilla se sellaron y se desactivaron todos los sensores y dispositivos electrónicos del recinto, como parte del protocolo de incomunicación.
También se oscurecieron las ventanas del Palacio Apostólico en las áreas destinadas al cónclave, y se cortará la red celular en todo el Vaticano durante el proceso. Los celulares de los cardenales serán requisados temporalmente. Cualquier desperfecto técnico será atendido por un grupo de especialistas que permanecerán dentro del recinto, también incomunicados.
En total, más de 60 personas, entre carpinteros, herreros, electricistas, instaladores y personal de limpieza, participaron en las adecuaciones. Colocaron escritorios, manteles, papeletas, sillas y arreglos florales para el desarrollo del cónclave, que se celebrará bajo estricto secreto.
La Sala de las Lágrimas: el primer momento del nuevo Papa
Una vez elegido, el nuevo pontífice pasa a una pequeña antecámara junto a la Capilla Sixtina conocida como la Sala de las Lágrimas. En este lugar, también llamado Stanza delle Lacrime o Stanza del Pianto, el Papa electo se quita el color rojo y se coloca por la vestimenta blanca.
La sala es modesta: contiene un diván rojo, una percha, una cruz, algunas imágenes marianas y restos de frescos antiguos. Pese a su sencillez, tiene una carga simbólica poderosa. Es el espacio donde el nuevo líder de la Iglesia Católica asume la magnitud de su responsabilidad: ser el sucesor de San Pedro y guía espiritual de más de mil 400 millones de fieles.

Según la tradición, este es el sitio donde muchos Papas han derramado lágrimas al comprender la dimensión de la misión que acaban de aceptar. Ocurre justo después de pronunciar en latín la fórmula ritual: “Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?”, que oficializa su elección.
La Sala de las Lágrimas no forma parte del espectáculo público. Es un espacio de recogimiento, donde el cardenal deja de ser príncipe de la Iglesia para convertirse en su cabeza visible. Un umbral simbólico entre el anonimato y el pontificado.




