¿Cómo preparan la Capilla Sixtina para el cónclave?
Apenas el viernes pasado, bomberos del Vaticano colocaron la chimenea de la fumata en el techo de la Capilla Sixtina, como parte de los preparativos para el cónclave. Sin embargo, no es la única adecuación que se hace para la elección del sucesor del Papa Francisco.
En 1492 se realizó el primer cónclave en la capilla anexa al Palacio Apostólico, en el Vaticano, siendo desde 1878 la sede permanente de esta reunión de cardenales. Ahí, no solo se realizaban las votaciones, pues hasta 1996 los prelados debían dormir en su suelo.
¿Cómo preparan la Capilla Sixtina para el cónclave?
Como ya mencionamos, lo más llamativo de los preparativos de la elección del sucesor del Papa Francisco es la instalación de la chimenea, así como la estufa, por la que se lanzará el humo negro, o blanco, anunciando el resultado de las votaciones que se hagan, pero no es lo único, pues también se instala un piso y se hacen arreglos en electricidad y equipos electrónicos. Las labores duran una semana.
De entrada, algo de rigor es la instalación de un piso falso de madera, nivelando toda la planta al interior de la capilla, desde la característica mampara, o transenna de mármol, hasta esquivar los escalones del presbiterio, quedando solo bajo los dos escalones del altar.
En funcionalidad, se refiere que la instalación de este piso, sobre andamios colocados sobre bases para proteger el piso original del recinto, es para permitir la instalación de los escritorios en los que se sentarán los cardenales.
Mientras que algunas versiones refieren que la idea de elevar la planta de la sala es para que, al acercarse al altar para depositar en la urna la papeleta con su voto, su mirada quede directa al fresco del Juicio Final de Miguel Ángel, que de lo contrario se perdería de vista.
Además, entre la entrada principal de la capilla y la transenna, que en las misas separa a los fieles del clero, se instala la estufa que quemará las papeletas, conectada a un tubo de cobre de 15 metros que sale por una ventana para subir por fuera del edificio hasta el techo, pasando bajo la teja y saliendo en la ya conocida chimenea de la fumata.
Dato interesante. De la boca de la estufa, fabricada en hierro fundido en 1939, sale la chimenea que se divide más arriba, se divide en dos tubos, para volverse a unir más arriba. Una parte de la bifurcación libera el humo de las papeletas, mientras de la otra sale el producto de las bombas de humo que se colocan para darle más vistosa y de color bien definido.
Las adecuaciones son realizadas por 40 trabajadores internos y 20 externos, entre carpinteros, herreros, electricistas, instaladores, floristas y personal de limpieza, que se encargan también de la colocación de los largos escritorios en los que se sentarán los 133 cardenales, con sus manteles, sillas y demás arreglos, así como las papeletas que utilizarán.
Además, se sellan las ventanas de la Capilla y se oscurecen todas las del Palacio Apostólico en las áreas destinadas al cónclave, a fin de evitar cualquier vista desde el exterior, o contacto de los cardenales con el mundo de afuera.
Mientras que los electricistas se encargan de la desactivación de todos los dispositivos tecnológicos y sensores instalados en el edificio. Esto solo en la Capilla Sixtina.
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Ahora que, en caso de cualquier desperfecto, habrá técnicos de guardia durante el tiempo que dure el cónclave, incomunicados del mundo exterior también, para arreglar cualquier falla, como el que no funcionara la estufa, que funciona con una resistencia eléctrica, y puede ser activada a distancia con un control remoto.
En tanto que, no solo en la capilla, sino en toda la Ciudad del Vaticano, la Santa Sede apagará la red celular durante el tiempo que dure la reunión a fin de evitar cualquier fuga de información, por lo que también requisará esos días los celulares de los cardenales electores.
