Palomas y encierros forzados: curiosidades históricas del cónclave
El cónclave es el proceso reservado de la Iglesia Católica en el que los cardenales menores de 80 años eligen a un nuevo Papa. Este ritual milenario se desarrolla bajo reglas estrictas de aislamiento en la Capilla Sixtina del Vaticano.
¿Qué es el cónclave y por qué encierran a los cardenales en el Vaticano?
El próximo miércoles 7 de mayo de 2025, los cardenales comenzarán el cónclave tras la muerte del Papa Francisco. Durante el proceso, los participantes permanecen incomunicados y bajo estricta vigilancia hasta alcanzar una decisión por mayoría de dos tercios.
Origen del cónclave y encierro forzado de los cardenales
La palabra cónclave proviene del latín cum clave, que significa “con llave”. El término hace alusión al encierro físico de los cardenales electores para garantizar la independencia del voto. Este procedimiento se instauró en 1271 en Viterbo, cuando la población local decidió encerrar y restringir los alimentos de los cardenales, cansados de un proceso de elección papal que llevaba casi tres años sin resolución.
Desde entonces, el aislamiento se convirtió en una norma oficial del Vaticano. Actualmente, los cardenales duermen en la Casa Santa Marta, dentro del Vaticano, y se les prohíbe el uso de celulares, acceso a medios de comunicación, redes sociales y cualquier forma de contacto externo.
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El humo de la Capilla Sixtina y otras señales del cónclave
Una de las imágenes más reconocibles del cónclave es el humo blanco que sale de una estufa especial en la Capilla Sixtina cuando se ha elegido a un nuevo Papa. En cambio, el humo negro indica que no se ha alcanzado el consenso necesario. Para evitar confusión, el Vaticano emplea una mezcla química especial que garantiza una tonalidad visible y precisa.
En algunas ocasiones, tras anunciarse la elección, se ha liberado una paloma blanca desde el Vaticano, símbolo del Espíritu Santo y la paz. Esto ocurrió, por ejemplo, en 2005, cuando fue elegido Benedicto XVI.
Tradiciones y secretos del proceso papal
El cónclave está marcado por reglas que enfatizan la confidencialidad absoluta. Los cardenales juran mantener secreto sobre todo lo que ocurre dentro del proceso, bajo pena de excomunión. Se realizan hasta cuatro votaciones por día, y si pasan varios días sin un resultado, el cuerpo electoral puede modificar sus propias reglas internas, aunque esto es poco frecuente.
Otras medidas de seguridad incluyen la revisión de la Capilla Sixtina para detectar micrófonos ocultos u otros dispositivos de espionaje electrónico. Además, el primer cónclave con votación secreta se celebró en 1179, marcando un precedente que continúa vigente.
Un caso excepcional ocurrió en 1800, cuando, debido a la ocupación napoleónica en Roma, los cardenales realizaron el cónclave fuera del Vaticano.
