Un debate en el Parlamento de Kosovo en torno a una conversación grabada entre la presidenta del partido gobernante y un representante étnico del norte, de mayoría serbia, terminó en pelea entre legisladores luego de que un diputado arrojó agua al primer ministro.
Y es que desde hace tiempo la oposición acuda al primer ministro nacionalista Albin Kurti de generar tensiones en el norte del país, tensando las relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea, sus aliados occidentales.
¿Qué pasó en el Parlamento de Kosovo?
El jueves, al tercer día de la discusión entre legisladores por una conversación entre la presidenta del partido político de Kurti, Mimoza Kusara-Lila y un legislador serbio acabó en el incidente provocado luego de que un diputado del partido opositor se acercó al estrado con una botella de agua y arrojó el líquido contra Kurti y el viceprimer ministro.
Sin embargo, la tensión aumentó aún más cuando diputados de la mesa directiva intentaron detener la agresión del legislador, a lo que llegaron otros diputados tanto de oposición como de la coalición, iniciando con los empujones que terminaron haciendo a un lado a Kurti, quien después tuvo que ser rescatado por su personal y sus escoltas.
Tras detener la pelea los elementos de seguridad del recinto, el primer ministro volvió al estrado para retomar su discurso, que antes de la pelea había iniciado mientras su viceprimer ministro retiraba una imagen de Kusara-Lila con nariz de Pinocho, acusándola de mentir respecto a la llamada.
El debate se produjo luego de que el portal noticioso Nacionale publicó esta semana una conversación de audio entre la presidenta del partido de Kurti, Mimoza Kusari-Lila, y el entonces legislador serbio Slavko Simic, grabada en junio del año pasado, y en donde ella dice haber hablado por teléfono con un oficial de etnia serbia, Milan Radojcic, sancionado por el gobierno de Estados Unidos por delincuencia organizada y actividades corruptas, buscado también por las autoridades de Kosovo.
En tanto que los disturbios en el norte se han intensificado recientemente desde que alcaldes de etnia albanesa tomaron posesión de sus cargos en la región tras las elecciones de abril que los serbios boicotearon exigiendo la aplicación de un acuerdo de hace una década para una mayor autonomía. Los albaneses constituyen el 90% de la población de Kosovo, mientras que los serbios representan alrededor del 5%.
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