¿Dónde están los maestros? Cuba enfrenta crisis de docentes ante inicio del nuevo ciclo escolar

| 06:47 | Deutsche Welle | UnoTV/DW
Foto: Getty

Septiembre marca el inicio del curso escolar en Cuba, pero este año la emoción por los libros nuevos y las aulas abiertas se mezcla con una gran preocupación: la falta de maestros. En provincias como Sancti Spíritus, la cobertura docente apenas llega al 68,2 %, según la ministra de Educación, Naima Ariatne Trujillo Barreto, quien reconoció que completar las plantillas es el “mayor reto” en la isla.

El problema no es nuevo, pero se agudiza con el éxodo masivo de profesionales, donde no solo han emigrado artistas y científicos, sino también un gran número de profesores. La consecuencia es clara: menos docentes frente a los grupos y más familias preocupadas por la calidad del aprendizaje de sus hijos.

Déficit docente por salarios y éxodo en Cuba

Maestros como Niurka, de 38 años, han abandonado el sistema educativo. Con un salario de apenas 10.000 pesos cubanos al mes —menos de 25 dólares— esta madre soltera no pudo sostener a su familia y pidió la baja en julio pasado. Como ella, muchos más han renunciado, empujados por los bajos ingresos y la falta de incentivos.

La desigualdad económica es evidente. Un empleado de hotel con propinas, un taxista informal o incluso quienes trabajan en el entretenimiento nocturno logran en un día lo que un profesor universitario recibe en un mes. Esa distorsión, sumada a la devaluación de la moneda, ha provocado un éxodo hacia el sector privado o el extranjero.

Estrategias del gobierno y respuesta de las familias

Las autoridades intentan frenar la fuga de docentes convocando a maestros jubilados o formando a profesores emergentes, conocidos popularmente como “instantáneos”. Sin embargo, estas medidas no han logrado cubrir los vacíos de conocimiento que arrastran los alumnos.

Ante este panorama, muchas familias recurren a clases privadas para reforzar asignaturas como Gramática, Inglés o Historia. La educación en la isla se ha vuelto una cuestión de dinero: quienes tienen acceso a divisas o apoyo de familiares en el extranjero logran asegurar mejores condiciones para sus hijos.

Mientras las aulas se preparan para abrir en septiembre, el futuro académico de miles de estudiantes cubanos dependerá no solo del esfuerzo escolar, sino también de la economía familiar.



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