El regreso de los niños perdidos del volcán Nyiragongo

Unos mil 300 niños han sido separados de sus familias desde la erupción del volcán Nyiragongo. Foto: AFP

El volcán ya no ruge, Goma cura sus heridas y se vuelve a poblar nuevamente 10 días después de la erupción del Nyiragongo y la evacuación forzada de la ciudad. En el barrio de Ndosho, reina la alegría cuando retornan al fin los niños perdidos.

Cantos y gritos de  entusiasmo retumban en la avenida Kako, en medio de casas de madera con techos de chapa. Una nube de niños corre a recibir a tres pequeñas que habían desaparecido del vecindario durante el caos de la evacuación, ordenada por las autoridades en la madrugada del 27 de mayo.

Pierrette Mihindano se precipita hacia el vehículo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Tres niñas salen de él y se arrojan a sus brazos, entre lágrimas de alegría.

Mil 300 niños separados de su familia

“Estaba hospitalizada cuando ordenaron la evacuación” relata Pierrette entre sollozos. “Desde ese día, no he visto a mis hijas. Me volví loca en mi casa. Hice llamados por la radio para intentar encontrar su rastro”.

En la desbandada de la evacuación, las tres pequeñas acabaron en Minova, un poblado frente al lago Kivu, a 50 kilómetros de su hogar.

“¡Era aterrador encontrarnos solas!”, dice Paruis, la mayor de las tres, de 12 años de edad.

Cerca de mil 300 niños han sido separados de sus familias desde la súbita erupción del volcán Nyiragongo, el 22 de mayo, según responsables de la protección de la infancia.

Cerca de 400 mil personas fueron desplazadas en el éxodo del 27 de mayo, según el gobierno. Muchas han vuelto desde entonces a la ciudad, donde se ha reanudado poco a poco la actividad.

“La erupción del volcán nos sorprendió. Desde entonces, recogemos cada día a niños”, constata, desolado, Félicien Katenda, un responsable de la Cruz Roja local.

Su colega Aline Bisimwa lleva en sus brazos a un niño, que tiene la mirada perdida e inquieta. Dice llamarse Baraka Bahati y tener 3 años. “Este niño se perdió la noche de la erupción“, explica el responsable.

Las organizaciones de la protección de la infancia –CICR, Unicef y la Cruz Roja de Congo– precisan que de momento 978 niños se han reencontrado con sus padres.

Buscarán hasta el último niño

“Con este trágico acontecimiento que ha golpeado a Goma, se ha manifestado una extraordinaria solidaridad de los congoleños. Muchas familias han acogido a niños perdidos”, explica Margot Champeix, responsable de la protección en el CICR.

Para ayudar a estos niños a tener contacto con sus familias, y viceversa, se han establecido seis puntos de encuentro por parte del CICR en Goma y las localidades vecinas donde han hallado temporalmente refugio decenas de miles de desplazados.

“En nuestros centros, las familias de acogida llegan con los niños que están albergando para registrarlos. Luego emprendemos la búsqueda y, gracias a Dios, encontramos a algunos de los familiares”, se congratula Exode Banzo, voluntario de la Cruz Roja local.

“Aún quedan más de 300 niños a la espera de reunirse con sus familias. Es importante que en los próximos días, con el retorno de los desplazados a Goma, garanticemos todas las reunificaciones, hasta el último niño”, insiste el representante de Unicef en RDC, Édouard Beigbeder.

La separación de sus padres, y los grandes terremotos que azotaron la región de Goma durante más de una semana, han  provocado traumatismos en algunos de estos niños aislados o perdidos.

“Nuestra misión es tranquilizarlos, devolverlos a un estado normal. Los asistimos psicológicamente, pero a veces nosotros mismos nos vemos afectados por lo que ellos han sufrido” confiesa Nelson Tumusifu, un agente psicosocial del CICR.

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