Dos pequeños partidos independentistas de Cataluña ejercen actualmente una influencia considerable en la política española, mientras los partidos políticos españoles luchan por formar un gobierno de coalición.
Mientras que ahora le tocará al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), intentar llegar a un acuerdo con los independentistas de Cataluña luego de que este viernes fracasó el líder conservador Alberto Núñez Feijóo.
Para ello, Sánchez necesita los 14 votos que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts tienen en la Cámara Baja, de 350 escaños, para alcanzar la mayoría, aunque a cambio esos partidos exigen una amnistía para más de mil políticos y activistas catalanes por su implicación en un intento de independizar la región de España que llegó a su punto álgido en 2017.
¿Quiénes son ERC y JUNTS?
El partido de centroizquierda ERC, fundado en 1931, controla el gobierno regional catalán, donde Pere Aragonès, su coordinador nacional, preside la región. En 2018 el ERC apoyó la moción de censura contra el entonces presidente Mariano Rajoy, que llevó a Sánchez al poder.
Mientras que en 2020 se abstuvo en una votación de investidura, lo que permitió a Sánchez formar un gobierno de coalición en minoría. También ha prestado sus votos para ayudar a Sánchez a aprobar leyes concretas.
A cambio, Sánchez accedió a entablar conversaciones sobre el conflicto catalán en las que se indultó a nueve dirigentes encarcelados.
Por otra parte, Junts es una escisión del Partido Demócrata Europeo Catalán (PdeCat) y fue creado en 2017 por Carles Puigdemont, quien era presidente de Cataluña cuando la región se declaró independiente unilateralmente el 27 de octubre de 2017.
Puigdemont, actualmente eurodiputado, está prófugo de la justicia española y vive autoexiliado en Bélgica desde que el movimiento independentista se debilitó después de que Madrid impuso el gobierno directo sobre la comunidad autónoma.
Como líder del PdeCat, Puigdemont apoyó a Sánchez en la moción de confianza contra Rajoy, pero no le ha apoyado desde entonces. Junts ha adoptado una línea más dura respecto a la independencia que ERC.
¿Qué exigen para llegar a un acuerdo?
ERC ha pedido más conversaciones sobre el “conflicto político” de la independencia y quiere concesiones, como recortar las contribuciones de la región a las finanzas públicas nacionales y tomar el control de los servicios de trenes de cercanías.
Además, Junts quiere amnistía para los implicados en el impulso independentista, lo que incluiría a Puigdemont y otros líderes que viven en el exilio y a más de mil políticos, autoridades y activistas que han sido condenados o se enfrentan actualmente a procesos judiciales.
Puigdemont también quiere un mecanismo de mediación y supervisión para verificar la aplicación de cualquier acuerdo de amnistía, afirmando que no confía en los socialistas.
Ambos partidos también han hablado sobre la posibilidad de otro referéndum sobre la independencia de Cataluña, después de que la última votación en 2017 fuera declarada ilegal.
En los últimos meses, han dejado de exigir uno públicamente como condición previa para las conversaciones. Pero el Parlamento regional aprobó una resolución el viernes diciendo que no respaldaría una investidura a menos que el nuevo Gobierno se comprometa a “crear las condiciones” para tal plebiscito.
¿Cuál es el alcance del movimiento independentista?
Por otra parte, el apoyo a la independencia ha caído desde el máximo alcanzado en 2017 después de que España impuso el gobierno directo desde Madrid y Sánchez atenuó las hostilidades abriendo canales de comunicación y haciendo concesiones significativas al movimiento independentista.
Asimismo, una encuesta publicada en julio por el Centro de Estudios de Opinión de Cataluña, operado por el gobierno regional, encontró que 42% apoyaba la independencia, en comparación con el 49% a favor frente al 43% en contra en el punto álgido de la crisis en 2017. Sin embargo, 81% de los catalanes dijo al mismo encuestador en 2022 que era su derecho votar sobre la independencia en un referéndum.
Mientras tanto, el enfriamiento del entusiasmo independentista se refleja en los resultados de los partidos independentistas en las elecciones nacionales de julio. La representación de ERC cayó de 13 escaños a siete, mientras que la de Junts cayó un escaño, hasta los siete. ERC y Junts perdieron 550 mil votos en comparación con las anteriores elecciones de 2019.
¿Hay posibilidades de un acuerdo?
La consultora Teneo calcula que hay un 60% de probabilidades de que se alcance un acuerdo, con un 35% de que se repitan las elecciones a mediados de enero si no se llega a un acuerdo.
Es de esperar que pueda haber concesiones en materia de financiación y traspaso de competencias, aunque es más improbable una ley de amnistía, dado que es una medida impopular entre muchos españoles y a la que el propio Sánchez se opuso hasta julio.
Además, aprobar una ley antes de la investidura sería difícil, ya que el Gobierno se encuentra actualmente en funciones: Sánchez probablemente tendrá que intentar persuadir a los catalanes para que acepten la promesa de un futuro proyecto de ley.
Sánchez ha insistido en que actuaría legalmente, pero algunos académicos han expresado dudas jurídicas, afirmando que la Constitución española no permite un indulto general.
En tanto que Sánchez ha descartado prácticamente un referéndum tras afirmar que no irá más allá de los límites de la Constitución, por lo que corresponderá a Puigdemont decidir si está dispuesto a renunciar a un referéndum en aras de un acuerdo.
