¿Cómo lo hizo? Israel pasó del desierto a potencia agrícola e hídrica mundial
En Israel, un país con clima semidesértico, el agua del Mar Mediterráneo es la clave para cultivar aguacates, maíz y otras frutas. Unotv.com viajó hasta esa nación del Medio Oriente para documentar cómo, gracias a un sistema avanzado de desalinización y riego por goteo, el país ha logrado convertirse en una potencia agrícola e hídrica mundial.
Todo comienza con la desalinización del agua marina, que luego es utilizada en casas, industrias y posteriormente reciclada mediante plantas de tratamiento.
Esta agua es redirigida, a través de tuberías moradas, para regar campos agrícolas gota a gota, con precisión milimétrica.
“El agua viaja en forma de zigzag, y esta misma fuerza que tiene el agua al viajar, va a formar las paredes de minerales que se van a formar en el camino, así que miren qué simple que solamente cuando el agua fluye, va a destapar todo”.
Oded Israelí, agricultor del kibutz Magal
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Tecnología y precisión: el secreto de Israel para ahorrar agua
Israel perfeccionó desde 1959 un sistema de riego por goteo, mejorado por la empresa Netafim, que permite distribuir el agua sólo donde se necesita. Cada gota se combina con fertilizante, lo que garantiza cultivos más sanos y homogéneos.
“Lo que podemos ver aquí es un ejemplo de maíz, una demostración. Podemos ver cómo está uniforme y cómo el agua se riega, en el lugar indicado y sabemos que esta agua contiene también el fertilizante”.
Oded Israelí, agricultor del kibutz Magal
La eficiencia también incluye alta tecnología: imágenes satelitales detectan fugas de agua como si fueran rayos X.
“Atmósfera, nubes, vegetación, asfalto, todo eso es como si fuera piel y los músculos y en lugar de huesos vemos humedad de suelo, tierra mezclada con agua”.
Alan Boukai, ejecutivo de Asterra
Esto permite encontrar humedad bajo tierra, incluso antes de que una fuga sea visible en la superficie.
Reservorios, sensores y exportaciones agrícolas
Además del riego, el país construyó reservorios de agua en distintas regiones, usados para regular el suministro a los agricultores.
De acuerdo con Miri Peled, vocera de Palgey Maim, estas estructuras son claves para asegurar disponibilidad constante del recurso.
“Para regar los campos nosotros construimos ese tipo de reservorios, estos reservorios son de hecho un cuerpo de agua, a través del cual se puede gestionar el suministro para agricultores”.
Miri Peled, vocera, Palgey Maim
El costo de instalar este sistema es de aproximadamente 2 mil dólares por hectárea, pero los beneficios lo compensan. Israel no sólo abastece su propia demanda, sino que exporta parte de su producción a Europa, especialmente de productos como el aguacate.
“La única razón por la que podemos cultivar aguacate, es porque utilizamos agua reciclada, de otra forma no podríamos. Todo nuestro aguacate de hecho lo exportamos y lo exportamos a Europa”.
Oded Israelí, agricultor del kibutz Magal.




