Israel ataca objetivos nucleares en Irán: 5 claves para entender el conflicto
Israel atacó Irán en la madrugada del viernes 13 de junio de 2025. El ejército israelí confirmó una ofensiva aérea que alcanzó decenas de objetivos estratégicos, entre ellos instalaciones nucleares, centros de comando militar y sitios de investigación. Según autoridades israelíes, el ataque fue una acción “preventiva” ante lo que calificaron como una amenaza inminente para la seguridad nacional.
Cinco claves del conflicto entre Israel e Irán
- Ciberataques y operaciones encubiertas
Desde 2010, Israel y EE. UU. han ejecutado acciones como el uso del virus Stuxnet para sabotear instalaciones nucleares. En 2018, agentes sustrajeron archivos secretos en Teherán sobre el programa atómico - Programa nuclear iraní
En 2020, una explosión destruyó una planta de centrifugadoras en Natanz. Ese mismo año, fue asesinado el científico Mohsen Fakhrizadeh, figura central del programa nuclear militar. Irán culpó a Israel por el ataque mediante armamento controlado remotamente - Relación con Gaza y apoyo a Hamas
Tras el ataque de Hamas en octubre de 2023, que dejó mil 200 muertos en Israel, Irán respaldó públicamente al grupo. Esto incrementó las tensiones regionales y dio pie a múltiples ofensivas israelíes. - Retórica del gobierno israelí
Netanyahu ha declarado que impedir el desarrollo de armas nucleares por parte de Irán es una prioridad. Asegura que Irán ha producido suficiente uranio altamente enriquecido para construir múltiples armas y que busca la destrucción del Estado israelí - Escalada reciente y represalias
En 2024, Israel atacó un consulado iraní en Damasco y destruyó infraestructura energética. Irán respondió con más de 300 misiles. Posteriormente, Israel ejecutó ataques dentro del propio territorio iraní, centrados en defensa aérea y sistemas de misiles.
En abril de este año, Irán ejecutó a un ciudadano acusado de colaborar con el Mossad en el asesinato del coronel Hassan Sayyad Khodaei, ocurrido en 2022. La confrontación continúa abierta, con una escalada que ahora involucra ataques directos a territorio iraní.
La ofensiva causó la muerte de altos mandos militares y científicos vinculados al programa atómico de Irán. Aunque la magnitud total de los daños no ha sido precisada, el gobierno israelí indicó que esta operación representa la “primera fase” de una respuesta más amplia. El bombardeo se produjo en un contexto de tensiones acumuladas tras meses de enfrentamientos indirectos y ataques cruzados.
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Un portavoz militar, en calidad de anonimato, declaró que la operación se dirigió contra componentes clave del programa nuclear iraní y su infraestructura de misiles balísticos de largo alcance. De acuerdo con informes de inteligencia israelí, Irán habría acumulado suficiente material fisible como para fabricar hasta 15 bombas atómicas en un periodo de días. No se ofrecieron pruebas públicas que sustenten esta afirmación.
En una declaración grabada, el primer ministro Benjamín Netanyahu advirtió que el avance del programa nuclear iraní representa “un peligro claro y presente” para la existencia de Israel.
Israel e Irán: una confrontación prolongada
El conflicto entre Israel e Irán se ha desarrollado por décadas a través de guerras indirectas, operaciones encubiertas y choques regionales. Irán ha apoyado a grupos como Hezbolá y Hamas, mientras que Israel ha realizado operaciones militares en Siria y ha eliminado a figuras clave del aparato nuclear iraní.
Desde abril de 2024, los enfrentamientos se intensificaron. Un ataque israelí en Siria mató a altos funcionarios iraníes, lo que derivó en una respuesta con drones y misiles desde Irán. Semanas después, el asesinato de los líderes de Hamas e Hezbolá desencadenó un nuevo lanzamiento de misiles hacia territorio israelí. Israel respondió destruyendo sistemas de defensa aérea S-300 de fabricación rusa en puntos estratégicos de Irán, incluido uno en Natanz, ciudad central clave para su programa nuclear.
Capacidades militares de Israel ante Irán
El ejército israelí posee tecnología avanzada, pero enfrentar a Irán a gran escala presenta desafíos logísticos. Los ataques previos, como los realizados contra bases hutíes en Yemen, implicaron vuelos de más de mil 600 kilómetros, reabastecimientos en el aire y una coordinación extensa. El actual operativo contra Irán implica una complejidad aún mayor, especialmente por la ubicación subterránea y fortificada de muchas instalaciones nucleares.
Expertos señalan que destruir por completo el programa nuclear iraní requeriría armamento especializado, incluyendo bombas antibúnkeres de gran potencia, como las de 13 mil 600 kilos que EE. UU. no ha entregado a Israel. Sin ese recurso, el ataque podría no eliminar del todo la capacidad nuclear iraní y, en cambio, empujar al régimen a hacer más opaco su programa, restringiendo el acceso a inspectores internacionales.
Israel también ha advertido que cualquier represalia iraní será respondida militarmente. Para ello, podría buscar respaldo militar estadounidense, en particular ante posibles ataques con misiles balísticos o drones de largo alcance.
