Lula da Silva presenta cuadro de laberintitis

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue diagnosticado este lunes con laberintitis luego de presentar un cuadro de vértigo. El mandatario, de 79 años, fue atendido en el Hospital Sirio-Libanés de Brasilia, donde los estudios médicos confirmaron el diagnóstico y recomendaron reposo.
Aunque los exámenes de sangre e imagen resultaron dentro de los parámetros normales, Lula canceló parte de su agenda oficial por indicación médica y regresó a la residencia presidencial para recuperarse. La información fue confirmada a AFP por un boletín del hospital y fuentes del gobierno brasileño.
¿Qué es la laberintitis, mal que aqueja a Lula da Silva?
La laberintitis es una inflamación del oído interno que afecta el equilibrio y puede provocar vértigo, mareo, náuseas y pérdida temporal de la audición. Aunque suele ser pasajera y tratable con reposo y medicamentos, en personas mayores puede generar síntomas más intensos o requerir seguimiento médico.
En el caso de Lula, el vértigo obligó a una pausa en sus actividades, pero el reporte médico descartó complicaciones mayores.
Salud de Lula, preocupa previo a elecciones de 2026
Este episodio se suma a una serie de problemas de salud recientes. A finales de 2024, Lula fue hospitalizado por una hemorragia intracraneal. También fue operado de la cadera en 2023 y, años atrás, superó un cáncer de laringe.
Si bien retomó sus actividades en enero con una agenda intensa de viajes y reuniones, este nuevo malestar reaviva las especulaciones sobre su futuro político y una posible candidatura en 2026.
El estado de salud de Lula ha sido objeto de atención en Brasil, particularmente de cara a las elecciones presidenciales del próximo año. Aunque no ha descartado postularse, la frecuencia de sus recaídas médicas plantea dudas entre analistas.
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En paralelo, su principal adversario, Jair Bolsonaro, también enfrenta problemas médicos. El expresidente fue sometido recientemente a una cirugía abdominal y permanece inhabilitado por la justicia electoral, aunque mantiene sus aspiraciones para 2026.
Mientras tanto, la popularidad de Lula ha descendido, influida por factores como la inflación y el desgaste del gobierno federal en temas económicos y sociales.




