Lula da Silva pide hacer un gobierno de coalición

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva obtuvo este lunes un fuerte respaldo del poder político y judicial de Brasil, un día después de que simpatizantes del exmandatario Jair Bolsonaro invadieran edificios oficiales en la capital, provocando severos destrozos.

“No vamos a permitir que la democracia escape de nuestras manos”, prometió la noche del lunes en una reunión con los 27 gobernadores en Brasilia.

El mandatario de 77 años, que asumió el poder por tercera vez hace una semana tras vencer a Bolsonaro en las elecciones residenciales de octubre, había encabezado más temprano una inusual declaración conjunta con los titulares del Senado, la Cámara de los Diputados y el Supremo Tribunal Federal.

Los titulares de los tres poderes del Estado cerraron filas contra los actos de violencia del domingo, cuando miles de simpatizantes del expresidente invadieron durante casi cuatro horas las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema exigiendo una intervención militar para sacar a Lula del poder. 

De momento, según el ministro de Justicia y Seguridad, Flavio Dino, mil 500 personas han sido detenidas.

Bolsonaro hospitalizado

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro confirmó este lunes su ingreso en un hospital de Estados Unidos, por una adherencia intestinal, en un mensaje publicado en sus redes sociales. 

“En el día de ayer nueva adherencia y baja hospitalaria en Orlando/USA”, publicó, antes de agradecer a sus seguidores las “oraciones y deseos de pronto restablecimiento”.

Siete días después del cambio de poder, Brasil sufre una de las peores crisis políticas de su historia. La tarde del domingo, miles de partidarios del expresidente Jair Bolsonaro llegaron a las puertas del Congreso, en Brasilia; 10 minutos después, entraron en el Palacio presidencial de Planalto; no había pasado ni una hora cuando asaltaron la sede del Tribunal Supremo.

No reconocen la derrota de Bolsonaro ante Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales de hace dos meses, la policía tardó varias horas en recuperar el control de las instituciones.

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