¿A qué le llama la OMS “nacionalismo de vacunas”?

El “nacionalismo de vacunas”, según la OMS, complicará la distribución universal de un antídoto contra el COVID-19. Foto: Reuters.

El “nacionalismo de vacunas” que rechaza la Organización Mundial de la Salud (OMS) es un proceso a través del cual un país, laboratorio o ambos buscan desarrollar y vender la vacuna COVID-19 bajo las condiciones que le convengan, además de que algunas naciones como Estados Unidos, Rusia y China están enroladas en una carrera para ver quién logra ser el primero en tener un antídoto avalado por las instancias internacionales en la materia.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, explicó el viernes a través de un hilo de Twitter que los Gobiernos deben evitar caer en el “nacionalismo de vacunas” para atacar al nuevo coronavirus (COVID-19), debido a que ese comportamiento dificultará planes de distribución universal del antídoto, que debería llegar a todos, principalmente a los más necesitados y grupos de riesgo.

El especialista etíope que dirige la OMS expuso que muchos laboratorios y Gobiernos realizan pruebas finales de sus medicamentos que aspiran a convertirse en vacunas, además de que ya se están produciendo lotes de las mismas para venderlas cuando sean aprobadas; sin embargo, dijo que el acaparamiento de la vacuna creará un efecto de mayor demanda contra menor oferta, y sólo los países ricos podrán comprarla.

“El ‘nacionalismo de vacunas’ invita a los mismos problemas que se vieron al comienzo de las cuarentenas en marzo, cuando autoridades se apresuraron a buscar cubrebocas, batas y desinfectantes. Cuando se disponga de nuevas vacunas, medicamentos y pruebas, la demanda superará a la oferta y las cosas empeorarán”.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, también acotó sobre el “nacionalismo de vacunas” que la vacuna COVID-19 deberá ser justamente distribuida en el mundo.

Una solución a la problemática

Por ende, el jefe de la OMS recordó que ese órgano multilateral invita a las naciones a suscribirse al programa COVAX, una iniciativa de su autoría que busca que tanto países ricos como pobres tengan acceso a las vacunas COVID-19 con precios justos para productores y consumidores a través de un esquema de compras consolidadas que buscaría una sana competencia, según ha explicado el cuerpo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“La coordinación global garantizará que las vacunas COVID-19 se distribuyan sobre la base de quienes más las necesitan. También propaga el riesgo de un país, asegurando que tenga acceso a numerosas vacunas candidatas en caso de que la preferida no funcione, y es un retorno más rápido a la vida normal”.

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