No son las de Guanajuato, las momias de Chinchorro son las más antiguas del mundo

No son las de Guanajuato, las momias Chinchorro en Chile fueron declaradas este martes Patrimonio Mundial por la Unesco y son consideradas las más antiguas del mundo.

En la 44ª reunión de su Comité de Patrimonio Mundial que se realiza de manera virtual desde Fuzhou, China, la agencia de la ONU inscribió en su prestigiosa lista el asentamiento y momificación artificial de la cultura Chinchorro en la región de Arica y Parinacota.

A principios del siglo XX se encontraron estas momias hechas artificialmente y que datan de más de 5000 años antes de Cristo, unos dos mil años más antiguas que las de Egipto.

Con esta nominación “la Unesco valida a nivel internacional, mediante diferentes expertos, que los asentamientos y la momificación artificial de la cultura Chinchorro tiene un valor excepcional, que tiene una importancia mundial”, dijo Bernardo Arriaza, antropólogo chileno.

“Se reconoce así el valor excepcional del más antiguo proceso de momificación universal de cuerpos en el mundo”, indicó el presidente Sebastián Piñera, en su cuenta de Twitter.

Las Momias Chinchorro se unen a las Oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura, el Parque Nacional Rapa Nui, las Iglesias de Chiloé, Campamento Sewell, el área histórica de la ciudad-puerto de Valparaíso, y a Qhapaq Ñan-Sistema Vial Andino, como los sitios chilenos declarados Patrimonio Mundial por la Unesco, según un comunicado del Ministerio de las Culturas.

¿Quiénes fueron los chinchorro?

Los Chinchorro vivieron de la pesca, la caza y la recolección hace más de 7.000 años, en una zona donde el desierto choca con el Océano Pacífico y que hoy comprende el sur de Perú y el norte de Chile.

Hasta el momento se han encontrado unas 300 momias en diferente estado de integridad. Desde 1994, han sido clasificadas como momias rojas, momias negras, y con vendaje.

El proceso de momificación consistía en la remoción de órganos, vísceras y tejido; les arrancaban la piel del cuerpo y luego reconstruían el cuerpo con palos y pelo animal, y cosían una melena corta de pelo negro al cuero cabelludo.

Finalmente, pintaban las momias de negro y rojo con tierras de colores, pigmentos, manganeso y óxido férrico.

“Son cuerpos que están muy finamente elaborados por especialistas; hay una sutileza, una obra maestra creativa de estas primeras poblaciones”, sostuvo Arriaza.

La Unesco preservará tres sitios: el Museo Arqueológico de la UTA -ubicado en el casco antiguo de la ciudad de Arica- en cuyo subsuelo se encontraron momias que son expuestas en el mismo lugar donde fueron halladas.

Otro sitio son los faldeos del Morro de Arica, un emblemático promontorio de unos 100 metros de altura, ubicado a pocos metros de la costa del océano Pacífico, donde se encontraron cementerios con momias.

El tercer sitio se encuentra en el municipio de Camarones, a unos 75 km al sur de Arica, donde se encontraron momias y también vestigios de asentamientos.

Las razones de por qué momificaron a sus muertos es un enigma. Arriaza lanzó en 2005 la “hipótesis del hidroarsenicismo”, referida a una posible intoxicación por arsénico debido al agua que consumían los Chinchorro en sus asentamientos en Camarones.

En esa área, los niveles de arsénico en el agua eran muy altos, lo que habría causado partos prematuros, abortos espontáneos, niños con bajo peso, y una alta mortalidad infantil.

Las autoridades de Arica crearon la Corporación Chinchorro Marka, que administrará y protegerá estos sitios arqueológicos declarados patrimonio mundial.

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