Partido de Fernando Villavicencio cambia su candidato a la presidencia en Ecuador

El candidato había denunciado amenazas. Foto: Reuters

El partido de Fernando Villavicencio, asesinado a tiros en Ecuador, proclamó este domingo al periodista Christian Zurita como nuevo candidato presidencial en las elecciones del próximo 20 de agosto.

La fuerza Construye había nominado el sábado como candidata a la ambientalista Andrea González, quien completaba la fórmula de Villaciencio, pero cambió la decisión ante el temor de que las normas electorales lo invaliden. El movimiento sostuvo que consultó al Consejo Nacional Electoral (CNE) y no obtuvo respuesta.

¿Cómo se elige a otro candidato tras la muerte de Villavicencio?

La ley permite a los partidos políticos designar a un sustituto en caso de muerte previa a la elección. Antes de que su candidatura sea calificada por el CNE, se abre una fase de impugnación.

La norma electoral señala que las candidaturas una vez inscritas son irrenunciables y que ninguna persona puede aspirara a más de una dignidad de elección popular.

Construye resolvió “que sea el hermano de lucha de Fernando Villavicencio, Christian Zurita, quien me acompañe a no dejar que los tiempos del CNE (Consejo Nacional Electoral) sean un motivo de descalificación”, dijo González en una rueda de prensa en Quito.

El partido había deslizado la posibilidad de que González apareciera como candidata vicepresidencial en el tarjetón y asumiera el poder en caso de victoria.

“Hasta el momento no tenemos claridad de cómo podemos y debemos proceder”, señaló Iván González, secretario del partido.

Zurita, quien apareció protegido con chaleco antibalas al igual que González, develó con su amigo Villavicencio el caso de corrupción por el que fue condenado en ausencia a ocho años de cárcel el expresidente Rafael Correa (2007-2017).

En 2011, Correa demandó a Zurita y su colega Juan Carlos Calderón por daño moral ante la publicación de un libro que revelaba contratos irregulares de su hermano. El caso fue archivado por pedido del expresidente. Un juez les ordenó a pagar dos millones de dólares.

“No podía permitir que su proyecto político se pierda ante el Consejo Nacional Electoral por una posible destitución de su candidatura”, expresó Zurita, de 53 años, y cuya participación todavía no ha sido reconocida por el CNE.

El nuevo aspirante agregó que el proyecto de Villavicencio, asesinado el miércoles a tiros supuestamente por pistoleros colombianos, “está intacto”.

De cara al debate presidencial obligatorio de este domingo, único oficial de toda la campaña presidencial, Zurita explicó que al no estar en firme su candidatura no podrá participar.

Infinidad de delitos

Aún no hay certezas sobre los autores intelectuales del crimen. Este domingo la policía aseguró que el pistolero que asesinó al candidato y otros seis colombianos que fueron capturados tienen una “infinidad de delitos” en su país y en Ecuador. 

“Se establecieron las diferentes coordinaciones a través de la Interpol para de esa manera conocer los antecedentes policiales que tenían” los señalados asesinos, dijo el comandante de la policía, el general Fausto Salinas, en una rueda de prensa. 

Información de la policía colombiana da cuenta de que algunos de ellos habían sido condenados o están relacionados con casos de tráfico, fabricación y porte de armas, secuestro extorsivo, hurto, transporte de estupefacientes, entre otros. En Ecuador algunos eran buscados por “receptación”, de acuerdo con Salinas. 

Después del crimen, dos sicarios se enfrentaron a tiros con los guardaespaldas del excandidato en Quito. Según la policía, el colombiano que le disparó, identificado como David Castillo López, recibió nueve disparos y murió. 

Por su parte el ministro del Interior, Juan Zapata, aseguró que continúan investigando quién ordenó el asesinato.

El presidente Guillermo Lasso culpó al crimen organizado, sin señalar específicamente a uno de las varias pandillas que operan en el país.

Villavicencio denunció antes de su muerte que alias Fito, líder del grupo “Los Choneros”, lo había amenazado. El sábado el líder pandillero fue trasladado de una prisión a otra de máxima seguridad en Guayaquil (suoreste), aunque Zapata no asoció esa decisión con el magnicidio. 

Oficialmente ninguna banda ha sido culpada. “Si nosotros no hemos puesto todavía el tema a qué GDO (Grupo de Delincuencia Organizada) pertenecen” los asesinos “es porque todavía seguimos con una línea investigativa”, concluyó Zapata.

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