“Pobres no son los que tienen poco”: las frases eternas de José Mujica

La tarde del martes 13 de mayo se dio a conocer el fallecimiento del expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, quien padecía cáncer de esófago, enfermedad contra la que estuvo luchando durante un largo tiempo.
Tenía 89 años y hasta el final se mantuvo como una de las figuras más queridas y respetadas de América Latina, tanto por su trayectoria política como por su forma de vivir: sencilla, honesta y profundamente humana.
¿Cuáles son las frases más célebres de José Mujica?
A lo largo de su vida pública —como guerrillero, presidente, senador y pensador— Mujica dejó un legado de ideas que se mantendrán vigentes mucho más allá de su muerte.
Aquí reunimos diez de sus frases más recordadas, no sólo por su fuerza, sino por el contexto en el que fueron dichas y lo que revelan sobre su filosofía de vida.

“Pobres no son los que tienen poco, sino los que quieren mucho.”
Esta frase sintetiza su crítica al modelo consumista. En diversas entrevistas, Mujica reiteró que la verdadera pobreza no radica en la falta de cosas, sino en la insatisfacción constante que provoca el deseo de tener más. Su vida sobria fue su mejor argumento.
“Cuando compras algo, no lo compras con plata, lo compras con el tiempo de tu vida que tuviste que gastar para tener esa plata.”
Expresada en el documental Human (2015) de Yann Arthus-Bertrand, Mujica abordó el verdadero costo del consumo. Su mensaje fue claro: cada objeto comprado representa horas de vida gastadas, y por eso hay que pensar antes de caer en el consumo automático.
“El poder no cambia a las personas, solo revela quiénes verdaderamente son.”
Aunque no está registrada como una cita literal, Mujica transmitió esta idea en múltiples ocasiones. Para él, el poder actúa como un espejo: no transforma, sino que muestra la esencia de quien lo ejerce. Por eso, advertía que la política exige humildad.
“Ser libre es gastar la mayor cantidad de tiempo de nuestra vida en aquello que nos gusta hacer.”
En sus discursos internacionales y entrevistas, definió la libertad desde una perspectiva vital: no como un derecho abstracto, sino como la posibilidad de decidir en qué usamos nuestro tiempo. Una crítica directa al modelo económico que impone rutinas alienantes.
“Venimos al mundo para intentar ser felices, porque la vida es corta y se va.”
Con esta frase apelaba al sentido más esencial de la existencia. Mujica usó palabras similares en su histórica intervención ante la ONU en 2013, donde pidió que los gobiernos se centraran en el bienestar de las personas, no en las estadísticas.
“No soy pobre. Pobres son los que necesitan mucho para vivir.”
Respondió esto cuando medios internacionales lo apodaron “el presidente más pobre del mundo”. Para Mujica, tener poco no era un problema, sino una elección. En cambio, veía como pobres a quienes dependen del consumo para sentirse completos.

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“La política es la lucha por la felicidad de todos.”
Una idea que repitió durante y después de su mandato. Mujica concebía la política como un acto de entrega, de servicio. No le interesaba el poder como fin, sino como herramienta para cambiar la vida de quienes menos tienen.
“El mundo necesita menos organizaciones mundiales y más humanidad.”
Dicha en foros como Río+20 o ante la ONU, esta frase resume su crítica a las instituciones globales que, según él, han olvidado lo esencial: las personas. Mujica pedía que se actúe con más compasión y menos burocracia.

“Nos enseñaron a competir y no a compartir.”
Una crítica al sistema educativo y social que premia la competencia sobre la cooperación. Mujica defendía el valor de lo colectivo, convencido de que el progreso real es aquel que se construye en comunidad.
“Triunfar en la vida no es ganar, es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae.”
Esta frase la dijo durante su emotiva despedida del Senado uruguayo en 2020. Mujica, que pasó 13 años preso por motivos políticos, supo de derrotas. Pero también supo levantarse. Para él, el verdadero triunfo era seguir adelante.




