Primer ministro portugués se aísla tras encuentro con Macron, contagiado de COVID-19

Antonio Costa deberá permanecer en cuarentena en su residencia oficial durante los próximos diez días. Foto: AFP

El jefe del gobierno portugués Antonio Costa, que estuvo en contacto directo con el presidente francés Emmanuel Macron, positivo al COVID-19, permanecerá en aislamiento hasta el 29 de diciembre, informó este sábado su gabinete.

Costa dio negativo el jueves, al día siguiente de su encuentro con Macron, pero deberá permanecer en cuarentena en su residencia oficial durante los próximos diez días por decisión de las autoridades sanitarias portuguesas.

El primer ministro socialista había participado el miércoles en un almuerzo en el Palacio del Elíseo con el presidente francés para hablar sobre la presidencia portuguesa de la Unión Europea en el primer semestre de 2021.

Tras ser informado del caso de Macron, Costa se aisló inmediatamente y canceló un viaje previsto a Santo Tomé y Príncipe y Guinea Bissau, dos antiguas colonias portuguesas en África.

“Mantengo mi actividad y mi agenda de trabajo a distancia. Me siento bien y sin ningún síntoma”

Escribió Antonio Costa en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.

Además de Costa, otros dirigentes europeos fueron puestos en cuarentena después de reunirse con el presidente de Francia.

Macron se encuentra estable y trabaja en aislamiento

El mandatario francés, Emmanuel Macron, positivo por coronavirus, se encuentra “estable” y sus exámenes médicos son “tranquilizadores”, dijo la presidencia este sábado en un comunicado.

El jefe de Estado, aislado en una residencia oficial en Versalles, a las afueras de París, “sigue presentando los mismos síntomas de la enfermedad (cansancio, tos, dolores musculares), que no le impiden cumplir con sus funciones”, dijo el comunicado, firmado por el médico del mandatario.

El viernes, Macron prometió que cada día informaría sobre su estado de salud, en un video de tres minutos grabado con un teléfono y publicado en las redes sociales. El jefe de Estado, vestido informalmente y ligeramente demacrado, dijo que estaba “cansado” y que tenía “dolor de cabeza y tos seca”.

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