¿Quién es el cardenal Angelo Becciu y por qué genera polémica en el cónclave?
Giovanni Angelo Becciu, exfuncionario de alto rango del Vaticano, exige participar en el próximo cónclave a pesar de haber sido condenado por delitos financieros y despojado de sus derechos como cardenal. Su insistencia desató una nueva crisis en la Santa Sede, justo en un momento crucial para el futuro de la Iglesia católica.
Actualmente con 76 años, Becciu aún cumple con el requisito de edad para votar en un cónclave, ya que solo los cardenales menores de 80 años pueden hacerlo. Sin embargo, en 2020, el Papa Francisco lo obligó a renunciar a sus derechos y privilegios como purpurado, tras su implicación en un escándalo financiero por una fallida inversión en bienes raíces en Londres, que provocó pérdidas millonarias al Vaticano.
De jefe de gabinete papal a primer cardenal condenado
Becciu fue uno de los hombres más influyentes en la Curia. Ocupó el cargo de “sostituto” en la Secretaría de Estado, una especie de jefe de gabinete papal con acceso directo al pontífice. Luego dirigió la Congregación para las Causas de los Santos.
Pero su carrera se desplomó cuando fue acusado de malversación de fondos y nepotismo, en un juicio sin precedentes en el Vaticano. En diciembre de 2023, fue condenado a cinco años y medio de prisión, aunque sigue en libertad mientras apela la sentencia, residiendo en un apartamento dentro del Estado vaticano.
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¿Puede Becciu participar en el cónclave?
Aunque el Vaticano lo clasifica como “no elector”, Becciu declaró al diario La Nuova Sardegna que “no hubo una voluntad explícita de excluirme del cónclave”, y que nunca firmó una renuncia formal a su papel como cardenal.
La decisión final sobre su participación recae ahora en el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, y el secretario de Estado, Pietro Parolin, quienes supervisarán el protocolo del cónclave dentro de la Capilla Sixtina.
El primer foco de tensión en el cónclave
La controversia en torno a Becciu se perfila como el primer gran conflicto interno en la elección del sucesor de Francisco. Aunque se le permite asistir a reuniones previas al cónclave, su eventual voto genera una grieta entre los purpurados, preocupados por la transparencia y la legitimidad del proceso.
El Papa Francisco, durante su pontificado, impulsó reformas para sanear las finanzas vaticanas y permitir que los cardenales fueran juzgados por tribunales comunes del Vaticano. Paradójicamente, uno de los principales impulsores de esas reformas fue precisamente Angelo Becciu, hoy el único cardenal condenado penalmente por el Vaticano.
