Con la notoria ausencia por segunda ocasión de Donald Trump, los siete aspirantes republicanos a la presidencia de Estados Unidos convirtieron el segundo debate, en la biblioteca Ronald Reagan, en California, en un torneo para ver quién “le pegaba más duro” al expresidente, a diferencia del primer debate cuando lo trataron con “guantes de seda”.
En este segundo debate, los republicanos se presentaron como los precandidatos con las posiciones más duras, no solamente contra los migrantes, sino también contra el tráfico de fentanilo.
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En el debate entre republicanos resurgieron las propuestas más radicales que giran en torno en temas como enviar fuerzas especiales a México para combatir a los cárteles de las drogas, militarizar la frontera, enviando a la Guardia Nacional, y restablecer el polémico programa “Quédate en México”, además de negar la ciudadanía a los hijos de inmigrantes indocumentados.
La primera salva la disparó el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que va en segundo lugar en las preferencias, muy distante de Donald Trump, quien ya le lleva más de 40 puntos, quien dijo que en su primer día en la Casa Blanca declararía una emergencia nacional, restablecería el programa “Quédate en México” y combatiría a los cárteles de la droga como terroristas.
DeSantis fue también el primero en criticar a Donald Trump, de quien dijo “está perdido en acción”, crítica que fue secundada por el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, quien también dijo que de ganar declararía la emergencia nacional y enviaría guardias nacionales a la frontera pues, en su opinión, no se está haciendo lo suficiente para frenar el tráfico de inmigrantes.
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Chris Christie se llevó la frase de la noche al decir que a Donald Trump le deben cambiar el nombre por Donald “Duck” que es una palabra que en Estados Unidos se usa para señalar a una persona que es “agachona”, por su ausencia en el debate presidencial.
Por su parte, la exembajadora de EU para Naciones Unidas, Nikki Haley, señaló que ella buscaría que se envíen 25 mil agentes adicionales de la Patrulla Fronteriza a la frontera, que ha recorrido 400 millas del muro y que no le permiten a los agentes de la patrulla hacer bien su trabajo.
Además, Haley expresó que va a presionar para que haya más colaboración con México, pues, aseguró, “no es un buen socio”, debido a que hay 75 mil muertes al año por fentanilo, “y no se está haciendo lo suficiente”.
