Científicos revelan por qué los gatos suelen dormir sobre el lado izquierdo

Si tienes un gato en casa, es probable que lo hayas visto dormir en las posiciones más inusuales, pero un nuevo estudio sugiere que la mayoría de los gatos prefieren dormir sobre su lado izquierdo, y ahora los científicos creen saber por qué.
El hallazgo proviene de un análisis detallado de 408 videos de gatos durmiendo subidos a YouTube. Los investigadores encontraron que un 65.2 % de los gatos mostraban una preferencia por recostarse sobre el costado izquierdo, mientras que solo un 34.8 % lo hacía del lado derecho.
Este patrón no parece aleatorio, de hecho, sugiere que hay algo en la forma en que está estructurado el cerebro felino que influye en esta elección.
Los científicos explican que dormir sobre el lado izquierdo deja expuesto el ojo derecho, cuya información es procesada por el hemisferio izquierdo del cerebro.
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Sin embargo, se cree que la clave está en el hecho de que el hemisferio derecho, que recibe la información visual del ojo izquierdo (el que queda arriba si el gato duerme del lado izquierdo), está especializado en detectar amenazas y responder rápidamente ante estímulos de alerta.
En otras palabras, al dormir de este modo, los gatos podrían estar optimizando sus sentidos de defensa, incluso mientras descansan. Esto les permitiría reaccionar más rápidamente si se presenta un peligro, como el acercamiento de un depredador o un ruido repentino.
¿Una ventaja evolutiva?
Los autores del estudio sugieren que esta asimetría podría estar relacionada con un mecanismo evolutivo de protección. Dormir de forma que el hemisferio derecho esté más “atento” podría ofrecer una ventaja de supervivencia, especialmente durante el sueño profundo, cuando los reflejos suelen disminuir.
La investigación también plantea que este comportamiento podría no ser exclusivo de los gatos, otras especies animales, incluidos los humanos, también presentan asimetrías posturales y neurológicas similares, lo que abre nuevas puertas para estudiar cómo el cerebro influye en nuestras posturas durante el sueño.