De ensueño, así fueron los XV años de “Clarita“, los cuales se festejaron en Amecameca de Juárez, en el Estado de México, y a cuya fiesta asistieron 300 invitados, algunos de cuatro patas incluidos.
La “pachanga” no pasó desapercibida para nadie, pues se trató del festejo de una perrita chihuahua quien, incluso, contó con chambelanes para “bailar” su vals con vestido de gala incluido.
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Así fueron los XV años de la perrita “Clarita”
Algunos videos, los cuales han obtenido más de 30 mil reacciones en TikTok, muestran cómo en un salón de fiestas, la veterana Clarita “baila” el clásico y ad hoc tema “Chihuahua”, en medio de los aplausos de los asistentes.
En los clips, subidos por la usuaria @yudittramos se ve a la “quinceañera” siendo cargada por uno de sus amigos humanos, mientras sus chambelanes le tupen duró al baile.
Una de las grabaciones supera las 380 mil reproducciones y en los comentarios se pueden leer las más diversas opiniones, desde aquellas que dicen que “la perrita fue más planeada que yo”, hasta las de quienes se sorprendieron por la longevidad de “Clarita”.
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“No todos los lomitos llegan a 15. Que dure mucho esa perrita”; “Me han aparecido un montón estos videos que, ‘neta’, estoy empezando a pensar que van a ser más famosos que los de Rubí”.
Comentarios a videos de los XV años de Clarita.
Humanizar a los perros, un error: UNAM
En un artículo, Fundación UNAM detalla que humanizar a los animales de compañía, “podría ocasionarles un grave daño, pues se les exigen comportamientos que no son propios de su especie”.
Moisés Heiblum, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la máxima casa de estudios, señala en el texto citado:
“Tratar como un humano a un perro o gato, desdeñando sus propias formas de comunicación, organización social y reglas de convivencia, limita su bienestar”.
De acuerdo con el experto, la situación se ha vuelto común debido a que hay cada vez más personas sin hijos, por lo que los animales de compañía se vuelven miembros fundamentales de la familia “y se les integra a actividades propias de los humanos”.
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Lo anterior, es perjudicial para ambas partes, pues al pretender que se comporten como personas se deposita en ellos expectativas fuera de contexto, que coartan su desarrollo.
“Por ejemplo, si un perro está todo el tiempo con su dueño, se crea apego excesivo, y en su ausencia el animal puede sufrir ansiedad por separación, provocándole ataques de pánico o comportamientos destructivos”.
Moisés Heiblum para Fundación UNAM
