Carlo Acutis: el gamer que se volvió santo millennial

| 12:31 | Jonathan Coutiño | Nación Gamer
Carlo Acutis, el gamer canonizado/ Foto:Reflexiva

La iglesia católica ya tiene a su primer santo millennial y gamer: Carlo Acutis, canonizado oficialmente el 7 de septiembre de 2025 en el Vaticano. Su historia mezcla fé, tecnología y videojuegos, convirtiendolo en un referente tanto para creyentes como para la cultura digital.

¿Quién fue Carlo Acutis?

Nacido en Londres en 1991 y criado en Milán, Carlo mostró desde pequeño una gran habilidad con la tecnología, Aprendió por sí mismo a programar, editar videos, crear sitios web y diseñar contenido digital. Al mismo tiempo, era un apasionado de los videojuegos, lo que le valió el apodo de el gamer santo.

Pero más allá de la pantalla, Carlo también desarrolló una profunda devoción religiosa. Desde los 7 años pedía ir a misa todos los días, rezaba el rosario con constancia y dedicó gran parte de su tiempo libre a ayudar a quienes más lo necesitaban

El santo de internet

Carlo es conocido mundialmente por haber creado un sitio web en el que recopilaba y explicaba milagros eucarísticos de todo el mundo, usando la tecnología para difundir la fé de manera innovadora.

Su testimonio es tan significativo que la iglesia lo nombró patrono de internet y de los programadores, mostrando cómo se puede usar el mundo digital para construir puentes de esperanza.

Ahora es conocido como santo millenial /Foto: Reflexiva

De joven común a santo

Carlo falleció en 2006 a los 15 años a causa de una leucemia fulminante. Durante su enfermedad, ofreció sus sufrimientos por el Papa y la iglesia. Su vida breve pero intensa marcó tanto a su comunidad que en 2020 fue beatificado y en 2025 canonizado, en un proceso sorprendentemente rápido.

Se convirtió así en el primer santo de la generación millenial, demostrando que la santidad no está peleada con los videojuegos, la programación o el internet.

Un modelo para gamers y creyentes

Aunque disfrutaba de los videojuegos, Carlo defendía la moderación. recomendaba no perderse en mundos virtuales y usar el tiempo libre para crecer como persona y como creyente. Su mensaje resuena hoy en día entre jóvenes que buscan un equilibrio entre la vida digital y la espiritualidad.