A un mes del ataque en el CCH, paros, amenazas y medidas en la UNAM

A casi un mes del ataque en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur, donde un estudiante falleció tras ser apuñalado por otro alumno dentro del plantel, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) enfrenta una crisis inédita que ha paralizado gran parte de su actividad académica y movilizado a autoridades, estudiantes y familias en torno a la seguridad y la salud mental de la comunidad universitaria.
El incidente ocurrió el pasado 23 de septiembre en las instalaciones del CCH Sur, ubicadas en el Boulevard Cataratas, colonia Jardines del Pedregal, alcaldía Coyoacán. Según reportes oficiales, el agresor ingresó al plantel con una capucha, atacó a un estudiante con una navaja y huyó tras la agresión.
Durante la persecución, el alumno responsable se lanzó desde un edificio dentro del plantel, fracturándose ambas piernas. Actualmente, está bajo custodia policial. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México mantiene los peritajes y el seguimiento de la investigación.
Suspensión de clases y paros masivos
Tras los hechos, el CCH Sur suspendió las clases hasta nuevo aviso. La situación detonó protestas, movilizaciones y reclamos de seguridad en diferentes planteles.
Tras el incidente, la UNAM también enfrentó amenazas de bomba y correos y mensajes enviados a la comunidad universitaria en los que prometían que se repetiría el incidente del CCH Sur. Uno de los más recientes fue el que llegó a estudiantes de la Facultad de Química.
“Otra vez yo, en esta incómoda situación, me contuve demasiado; guardaron bien a sus alumnas, las escondieron para que no les hiciera daño a ninguna, ¿verdad? No se preocupen, ahora iré por alguna directiva o alguien que trabaje en el mismo gremio. El día que regresemos a nuestra amada FQ haré mi retribución con dos víctimas en específico a las cuales lo merecen, una trabajadora de la CAE, o en su defecto, tengo el salón y los horarios del mal docente…”, se podía leer.
La gravedad fue tal que llegaron a estar en paro 31 de los 45 planteles de la UNAM (68.8 % de su infraestructura académica), afectando a más de 256 mil estudiantes de bachillerato, licenciatura y posgrado.
Entre los planteles en paro se encontraban el CCH Oriente, CCH Sur, ENES Morelia, la Facultad de Arquitectura, la Facultad de Medicina, la Facultad de Música y otras 10 unidades académicas. Además, 11 planteles optaron por clases en línea ante amenazas digitales. Sólo 13 planteles continuaron con actividades presenciales normales.
Medidas de seguridad y protocolos universitarios
El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, ha subrayado que la prioridad es garantizar la seguridad de toda la comunidad universitaria. Tras reunirse con la Comisión Especial de Seguridad del Consejo Universitario y la secretaria general Patricia Dávila Aranda, se definieron protocolos para:
- Informar y denunciar amenazas a la Secretaría de Prevención y a autoridades de seguridad.
- Evaluar temporalmente la viabilidad de clases en línea mediante los Consejos Técnicos.
- Incorporar a la comunidad en la revisión y mejora de medidas de seguridad, incluyendo patrullajes, iluminación y control de acceso.
- Fortalecer programas de atención psicológica y emocional, como el Programa ESPORA, con más de 90 psicoterapeutas que han atendido a más de cinco mil alumnos en este ciclo.
La UNAM también ha identificado a los presuntos responsables de difundir falsas amenazas de bomba a través de redes, quienes han sido citados a declarar. La universidad reafirmó su llamado a la comunidad a mantenerse informada por canales oficiales y no difundir rumores que generen alarma.
Acuerdos con estudiantes y salud mental
Tras tres mesas de diálogo con autoridades del CCH Sur y representantes estudiantiles, se firmó un documento con acuerdos que incluyen mejoras en infraestructura de control de acceso, instalación de detectores de metales y cámaras, reforzamiento de iluminación y participación voluntaria de padres de familia en brigadas de seguridad.
Además, se estableció un cronograma de actividades para reanudar clases y mantener reuniones periódicas de seguimiento.
Reconociendo los efectos del contexto de violencia y estrés en la comunidad estudiantil, la UNAM también presentó el Programa Universitario de Cuidado y Apoyo para la Salud Mental, que articula esfuerzos para identificar población de riesgo y ofrecer atención oportuna, desde “primeros auxilios emocionales” hasta acompañamiento especializado. Se coordinará con el IMSS, ISSSTE y autoridades locales para ampliar la cobertura y fortalecer la resiliencia de estudiantes y personal académico.
El rector Lomelí Vanegas enfatizó: “La seguridad en los accesos, vigilancia e iluminación es vital, pero lo que nos dará mayor protección a largo plazo es la atención constante a la salud mental y el apoyo emocional de nuestra comunidad”.




