Académicos del CIDE acusan de misoginia y opacidad a director impuesto por Álvarez-Buylla

Más de 90 integrantes de la comunidad académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) firmaron una carta dirigida a la secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, Rosaura Ruiz Gutiérrez, en la que expresan su solidaridad con el Seminario Interdisciplinario de Mujeres, Género y Feminismos y denuncian actitudes de misoginia, opacidad financiera y falta de equidad en los procesos internos del centro.
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Fue en su cuenta de X donde la historiadora Sara Hidalgo, profesora-investigadora del CIDE, compartió el comunicado en el que 93 integrantes de la comunidad académica se suman a las denuncias de sus compañeras.
El documento acusa al director general José Antonio Romero Tellaeche de actuar con “desdén y misoginia” durante una reunión con personal académico y sindical el 1 de octubre.
Los firmantes señalan falta de transparencia financiera, procesos de contratación discrecionales, así como amenazas al trabajo de profesores de asignatura, lo que —aseguran— pone en riesgo la continuidad de los programas docentes.
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Críticas a la gestión institucional
En la carta, los académicos describen un clima de conflicto e inequidad en la gestión del CIDE, afirmando que la dirección ha favorecido ciertas divisiones afines a Romero Tellaeche y ha ignorado los órganos colegiados.
También se mencionan quejas por violencia de género y acoso laboral interpuestas ante el Órgano Interno de Control, además de la ausencia del secretario académico en las reuniones de posgrado y la falta de una Coordinación General de Docencia.
El conflicto en el CIDE se remonta a 2021, cuando María Elena Álvarez-Buylla, entonces directora del Conacyt, designó a Romero Tellaeche como director general. La comunidad académica y estudiantil rechazó el nombramiento, acusando imposición y falta de consulta.
Desde entonces, se han registrado recortes presupuestales, renuncias y ceses de profesores, como el de Catherine Andrews, exsecretaria académica, quien denunció el ambiente hostil en la institución.
Estudiantes y docentes han reiterado su exigencia de que el CIDE mantenga su autonomía académica y que la dirección respete la pluralidad de pensamiento.




