Entre el dolor y el olvido, las principales líneas de investigación de los 43 de Ayotzinapa

A 11 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa siguen las preguntas a uno de los casos que en México siguen sin tener una respuesta convincente, la gran verdad que se busca es qué pasó con los estudiantes la noche del 26 de septiembre de 2014.
Desde hace más de una década, los padres y familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa exigen saber qué destino tuvieron sus hijos desaparecidos en Iguala.
Desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa
La desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, es uno de los episodios más dolorosos del México reciente. Sus padres aún los buscan con visible cansancio, deterioro físico e incluso algunos de ellos murieron en su lucha por encontrarlos vivos.
El 26 de septiembre de 2014 los alumnos de la Normal Rural se trasladaron del municipio de Tixtla a Iguala.
Su intención era retener autobuses para trasladarse a la marcha de Tlatelolco, del 2 de octubre, en la Ciudad de México. Esa noche fueron retenidos y atacados con disparos por policías. Al operativo se sumaron patrullas estatales, federales y unidades del Ejército Mexicano.
Un grupo de jóvenes fue trasladado en patrullas municipales de Iguala. Las balas, incluso alcanzaron al equipo de futbol Avispones de Chilpancingo.

El saldo del fuego cruzado fueron 43 estudiantes desaparecidos, seis personas muertas, entre ellos 3 normalistas, el jugador del equipo Avispones y el operador del equipo que los trasladaba.
Una pasajera que viajaba en taxi también murió por el alcance de las balas.
Principales líneas de investigación
Autoridades estatales hallaron una fosa clandestina a las afueras de Iguala, el 4 de octubre de 2014; se llegó a creer que se trataba de los normalistas, posibilidad que fue descartada.
El alcalde de Iguala, José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda escaparon después de que él solicitara una licencia.
La Procuraduría General de la República atrajo el caso y el 4 de noviembre de 2014, tanto Abarca como su esposa fueron detenidos, se les acusó de tener nexos con el grupo criminal Guerreros Unidos y de presuntamente haber ordenado la desaparición de los estudiantes.
“La verdad histórica”
El entonces procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, destacó que Abarca dio la orden de contener a las personas que viajaban en cuatro camiones, que él se encargó de la entrega de los 43 estudiantes a Guerreros Unidos, que los jóvenes habían sido asesinados e incinerados en un basurero municipal de Cocula y que sus restos óseos habían sido arrojados al río San Juan.
Murillo aseguró en 2015 que “la verdad histórica” se basaba en pruebas aportadas por la ciencia
Crimen de Estado y nuevas revelaciones
En enero de 2023, durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, la presidencia de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso de Ayotzinapa (CoVAJ) denunció que la mal llamada “verdad histórica” fue una construcción para encubrir a los hechos y legitimar e imponer la versión oficial de la incineración de los 43 estudiantes en el basurero de Colula y dar carpetazo al caso.
La complicidad de los tres órdenes de Gobierno y las acciones concertadas para ocultar la verdad constituyen un crimen de Estado argumentó la comisión un año antes, destacando que esta operación al más alto nivel constituye una segunda desaparición de los estudiantes por factores como: crear escenas del crimen, obtener declaraciones bajo tortura o mentir a familiares y a la sociedad.
La COVAJ señaló en su momento que al considerar las condiciones climáticas del terreno y la vegetación, la incineración no pudo haber sucedido.
Análisis de las comunicaciones telefónicas y testimonios recabados desprenden que los estudiantes fueron divididos en al menos tres grupos y llevados a diferentes destinos.

En la “verdad histórica” no se consideró la participación de elementos de las Fuerzas Armadas de la región y de las autoridades federales involucradas, sólo se responsabilizó a autoridades locales. Las familias de los 43 estudiantes siguen reclamando verdad y justicia.
Estudiantes localizados
Se hallaron los restos de Alexander Mora Venancio en el Río San Juan, en octubre de 2014.
Los correspondientes a Christian A. Rodríguez Telumbre y Jhosivani Guerrero de la Cruz, en la Barranca de la Carnicería en noviembre de 2019 y octubre de 2020, respectivamente.
Gobierno de Claudia Sheinbaum
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció recientemente nuevas líneas de investigación para el caso.
Su administración se enfrenta a la negativa de la Secretaría de la Defensa de entregar los 800 folios, que podrían incluir evidencias claras del paradero de los estudiantes.
En peticiones recientes de los padres y colectivos que han acompañado a esta lucha, solicitan al expresidente Enrique Peña Nieto y funcionarios de su gobierno a dar toda la información que tengan para aclarar lo que ocurrió.
Sheinbaum se comprometió en una reunión con los padres a no cerrar el caso Ayotzinapa y a conformar un nuevo grupo especializado.
En septiembre de 2025, la mandataria comentó que el trabajo de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa (UELICA), así como las nuevas reuniones con padres y madres de los 43, podrían llevar a la detención de nuevas personas.
Sheinbaum agregó que nuevas líneas de investigación son la investigación en profundidad durante esos días o posteriores.
Otra acción reciente fue la solicitud de extradición a Estados Unidos de dos presuntos implicados, cuya identidad no ha sido revelada, para no afectar el proceso.
Ha trascendido que podría tratarse de un mando de la antigua Procuraduría General de la República (PGR) y del exjuez de Barandilla de Iguala, Guerrero.
En 11 años, los padres, familias y colectivos activistas que los han acompañado, reclaman a los tres gobiernos que han pasado a partir de la desaparición, el de Enrique Peña Nieto, el de Andrés Manuel López Obrador y el actual. Su mayor exigencia es: no dejar el caso en el olvido.




