De desfiles y fiesta política a mensajes austeros: la historia del Informe de Gobierno

Hablar de informes presidenciales en México es hablar de una tradición política que comenzó hace más de un siglo y que con el tiempo se transformó radicalmente, pasó de ser una ceremonia solemne en el Congreso, a un acto multitudinario conocido como el “Día del Presidente”, hasta llegar al formato actual de mensajes en Palacio Nacional o el Zócalo capitalino.
El 1 de septiembre de 1917, el entonces presidente Venustiano Carranza presentó ante el Congreso de la Unión su primer informe, apenas cinco meses después de haber asumido el cargo.
De acuerdo con la publicación de la UNAM, “De la simulación en el informe de gobierno hacia una transparencia normativa efectiva en México en más de 100 años de la Constitución Política Mexicana”, estuvo dividido en seis apartados (Secretarías de Estado, Hacienda, Guerra y Marina, Justicia, Universidad y Bellas Artes, y Salubridad Pública) y marcó el inicio de una práctica que se repetiría durante 90 años de manera ininterrumpida.
Aunque la tradición se consolidó con la Constitución de 1917, ya en la Carta Magna de 1857 se establecía un informe presidencial, aunque en términos más sencillos.
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¿Qué dice la Ley sobre el Informe de Gobierno?
El artículo 69 de la Constitución obliga al titular del Ejecutivo a presentar por escrito al Congreso un balance del estado general de la administración pública. La Ley de Planeación también lo respalda como ejercicio de rendición de cuentas.
“A la apertura de sesiones ordinarias del primer periodo del Congreso asistirá el Presidente de la República y presentará un informe por escrito en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública del país”, se puede leer en el Artículo 69 de la Constitución mexicana.
A diferencia de lo que muchos creen, el 1 de septiembre no es día feriado en México, ya que la Ley Federal del Trabajo no lo contempla como descanso obligatorio.
De Cárdenas a la era de la televisión
El expresidente Lázaro Cárdenas fue el primero en convertir el informe en un acto masivo. En 1936, su discurso se transmitió por radio, y en 1950, Miguel Alemán Valdés llevó la ceremonia a la televisión nacional.
Durante décadas, el informe fue acompañado de desfiles, autos lujosos y cadenas nacionales que se extendían por horas. En los años 90, todavía se suspendían clases para seguir la transmisión de los gobiernos priistas.
Desde 1917 hasta inicios del siglo XXI, el informe presidencial se convirtió en un ritual político conocido como el Día del Presidente. El jefe del Ejecutivo llegaba al Congreso entre ovaciones y el discurso era presentado íntegramente en cadena nacional.
Sin embargo, la tensión política de los años 2000 comenzó a debilitar esta tradición.
Fox, Calderón y la era de los invitados VIP de Peña Nieto
En 2006, los abucheos en San Lázaro impidieron que Vicente Fox pronunciara su último informe. El panista debió retirarse sin dar su mensaje y transmitirlo después en cadena nacional. Incluso, él tiene el récord del informe más corto en la historia del país.
Mientras que en 2007, Felipe Calderón apenas habló unos minutos en tribuna y en 2008, una reforma al artículo 69 eliminó la obligación de que el presidente asistiera al Congreso. Así se dio por concluido el llamado Día del Presidente.
El priista Enrique Peña Nieto trasladó sus informes a Palacio Nacional. Cada año reunió a empresarios, políticos y personalidades del mundo cultural y artístico.
La austeridad de la 4T
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador en 2018, la dinámica cambió de nuevo.
- No acudió al Congreso.
- Redujo invitados y eliminó símbolos tradicionales como la banda presidencial en su primer informe.
- Durante 2019, presentó tres mensajes: a los 100 días de gobierno, el 1 de julio por su triunfo electoral y el 1 de septiembre para cumplir con la obligación constitucional.
Y así fue durante todo su sexenio, con informes austeros y con discursos en Palacio Nacional. Ahora, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que rendirá dos informes:
- El 1 de septiembre en Palacio Nacional, como dicta la Constitución.
- El 1 de octubre en el Zócalo capitalino, para conmemorar el primer aniversario de la fecha en que recibió la banda presidencial.




