Recientemente, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que los niveles de agua en el sistema Cutzamala se encontraban descendiendo, llegando a una situación crítica.
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Esto generó alerta entre la población, pues el Cutzamala abastece de agua a la Ciudad de México y algunos municipios del Estado de México. Sin embargo, éstas no son las únicas demarcaciones que corren el riesgo de quedarse sin el vital líquido
¿Cuáles estados tienen menos agua por habitante?
De acuerdo con el Monitor de Sequía de México, elaborado por la Conagua, actualmente hay 30 entidades federativas afectadas en mayor o menor medida por la sequía. Los únicos dos estados con afectaciones del 0% son Baja California y Baja California Sur.
En cambio, hay nueve entidades que están afectadas en un 100% por la sequía en México:
- Aguascalientes
- Chihuahua
- Ciudad de México
- Durango
- Guanajuato
- Hidalgo
- Morelos
- Quintana Roo
- Sinaloa.
Pero la problemática no termina ahí, pues, además, hay varios estados en particular que por su ubicación geográfica, y como consecuencia de la sequía que afecta el territorio nacional, destina una menor cantidad de agua por habitante, así lo manifiesta una investigación del IMCO que detalla que hay cuatro estados que presentan números rojos en la cantidad de metros cúbicos destinados por habitante:
- Guanajuato, 648
- Tlaxcala, 639
- Estado de México, 266
- Ciudad de México, 74
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Los números son alarmantes si se contrastan con los estados que mayor cantidad de agua destinan por individuo:
- Chiapas, 20 mil 679
- Oaxaca, 13 mil 850
- Tabasco, 12 mil 931
- Yucatán, 9 mil 573
El aumento en el uso del agua vinculado al crecimiento económico y poblacional podría, eventualmente, incrementar el estrés hídrico. Esta situación enfatiza la importancia de políticas sostenibles de gestión del agua y la necesidad de adaptación frente a los cambios sociales y económicos que puedan presentarse.
La escasez de agua es una realidad que requiere de atención urgente. Según la ONU, las sequías se duplicarán para 2050. Esto amenaza la disponibilidad y calidad del agua. México ya enfrenta desafíos por la falta del recurso. A lo largo de las últimas décadas, las sequías se han intensificado, principalmente en las regiones norte y centro.
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Las sequías tienen múltiples causas interconectadas que incluyen el cambio climático, el crecimiento poblacional, la sobreexplotación del agua y la deforestación. El cambio climático altera los patrones de precipitación y vuelve a las lluvias impredecibles. El aumento de la población conduce a un mayor consumo, mientras que la deforestación disminuye la capacidad de los ecosistemas para retener agua y regular el ciclo hidrológico.
Uno de los factores más preocupantes es la reducción y variación en las precipitaciones. De acuerdo con datos de la Conagua, en junio de 2023, a nivel nacional, llovió 61 % menos en relación con el promedio del mismo mes de 1991 a 2020. ¿La razón? La tercera ola de calor del año que afectó a la mayor parte del país del 1 al 22 de junio de 2022. Ésta provocó una importante disminución de lluvias y es considerada como la más extensa y severa ola de calor de los últimos años.
