¿Gana o pierde México? Lo bueno y lo malo de los aranceles recíprocos de Donald Trump, según expertos

Tras la política comercial del presidente estadounidense Donald Trump, y librarse de los aranceles recíprocos impuestos a decenas de países, México tiene razones para sentir alivio, pero también preocupación.
El país envía más del 80% de sus exportaciones a Estados Unidos, su mayor socio comercial, gracias al T-MEC, el acuerdo de libre comercio que también integra Canadá.
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Sin embargo, el pacto no ha quedado indemne, pues antes de los gravámenes recíprocos, Trump ya había impuesto tarifas aduaneras sobre la vital industria automotriz, el acero y el aluminio.
Esas cargas y el riesgo de una guerra comercial global llegan en momentos delicados para la economía mexicana, que según analistas crecerá apenas 0.5% este año.
Esto es lo bueno, lo malo y lo feo que queda para México tras el histórico giro comercial de Washington, según expertos:
Lo bueno de los aranceles recíprocos de Trump
México no fue incluido en la lista de aranceles recíprocos que Trump anunció el miércoles y que incluyen a decenas de países como China, Vietnam y la Unión Europea, en lo que analistas califican como el inicio de una guerra comercial de gran escala.
Las exportaciones mexicanas no pagarán arancel si cumplen con las reglas de origen del T-MEC. Los productos que no estén bajo este acuerdo quedan con un gravamen del 25%.
“El hecho de que México enfrente un menor nivel de proteccionismo relativo podría darle ventajas para acceder al mercado estadounidense y, por lo tanto, para atraer inversiones”, dicen analistas del banco privado BBVA en un reporte.
Ello abre la posibilidad de revitalizar el llamado “nearshoring” (relocalización), esto es que las empresas muevan sus operaciones a México desde otros países para aprovechar la cercanía y el tratado con Estados Unidos.
“Sencillamente, sería más redituable o menos oneroso exportar esas mercancías desde México que desde países con gravámenes mayores”, señala BBVA.
Para Valeria Moy, directora del IMCO, “hay una oportunidad” con el llamado Plan México, el proyecto del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum con la iniciativa privada para aumentar las inversiones y el suministro local.
Moy ve una buena ocasión para aprovechar el potencial de capital humano, cambiar las reglas del sector energético para destrabar mayores inversiones y mejorar la infraestructura.
Para la experta, estas oportunidades se “pueden capturar muy bien” siempre que el Gobierno tome acciones puntuales.
Lo malo de los aranceles recíprocos de Trump
Aunque México se libró de los aranceles recíprocos, enfrenta gravámenes del 25% para el sector automotor, así como tarifas para la industria del acero y el aluminio.
“No deberíamos estar sujetos a estos aranceles por el simple hecho de que el tratado (T-MEC) justamente dispone de lo contrario”, comentó a la AFP Juan Francisco Torres Landa, socio de la firma de asesoría empresarial Hogan Lovells.
La industria automotriz es un punto sensible: el país es uno de los mayores productores de automóviles y es sede de varias fábricas de las principales armadoras como Ford, General Motors, BMW y Audi.
Bajo las nuevas reglas de Trump, el contenido estadounidense en los vehículos no enfrentará gravamen. Sin embargo, para Torres Landa esta disposición “es un galimatías”.
“Un coche debe tener como 10 mil piezas, hacer un rastreo de esas piezas para ver qué pagas y qué no pagas es una ecuación muy compleja”, explica.
El Gobierno mexicano dijo este jueves que en los próximos 40 días estará concentrado en obtener “las mejores condiciones” para las industrias automotriz y siderúrgica.
Lo feo de los aranceles recíprocos de Trump
Las ventajas para México dependen, no obstante, del curso de una guerra comercial que recién comienza y cuyo pronóstico es incierto, mientras se espera conocer las respuestas de los principales países afectados.
Los mercados financieros han acusado el golpe con fuertes pérdidas este jueves en las principales Bolsas del mundo.
Es difícil calcular el impacto para el PIB global “hasta que sepamos el tamaño de las represalias y si estos aranceles pueden ser negociados”, dicen analistas de la firma británica Capital Economics.
Esos expertos resaltaron investigaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que señalan que un aumento de 25% en estos gravámenes en Estados Unidos, que sea respondido en esa misma medida por otros países, podría rasurar el 2% del PIB global.




