Matrimonios forzados de menores persisten en el país, advierte la ONU
El matrimonio infantil en México continúa siendo una realidad, especialmente en comunidades indígenas de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, donde la prevalencia alcanza el 42%, de acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Aunque desde hace dos años la ley establece que la edad mínima para contraer matrimonio son los 18 años, las uniones forzadas de menores siguen ocurriendo.
Uniones infantiles siguen ocurriendo pese a la ley
“La ley no cambia las costumbres, estas uniones siguen ocurriendo en zonas rurales”, señaló Gabriela Rodríguez, secretaria técnica del Consejo Nacional de Población, durante el Foro sobre Uniones Infantiles Forzadas.
De acuerdo con Dosia Calderón, representante auxiliar del UNFPA México, “al menos lo que se identificó en Chiapas, Guerrero y Oaxaca [es] la mayor prevalencia en las comunidades y pueblos indígenas en un 42 %, mientras que en las zonas urbanas esta práctica es más común entre un 22 y 24 %”.
Costumbre patriarcal y desigualdad, origen del problema
“Es la expresión más nítida de la intersección de pobreza, desigualdad, es una costumbre patriarcal”, afirmó Lorena Villavicencio, secretaria ejecutiva del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA).
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Sobre las causas culturales, Marta Clara Ferreyra, directora general de la Política Nacional de Igualdad y Derechos de las Mujeres, explicó: “En ese trueque de los cuerpos de las mujeres por cosas se sustentan muchos vínculos, ver cómo deshacemos eso que son prácticas culturales”.
Nueva publicación recoge historias de víctimas de matrimonio infantil
El foro también marcó el lanzamiento de la publicación “Acercamiento a los matrimonios y uniones infantiles”, la cual, según Alanna Armitage, representante del UNFPA en México, “solo comprendiendo la profundidad de la realidad podemos transformarla, hoy nos complace lanzar a nivel nacional la publicación”.
“Refleja no solo las estadísticas, sino que le pone rostros e historias de vida a las mujeres que siendo niños o adolescentes se enfrentaron esta práctica nociva”, complementó Dosia Calderón.
Diálogo con comunidades, clave para erradicar estas prácticas
“Hacer un espacio de diálogo y entendimiento y convencimiento con las propias comunidades para ir desterrando estas visiones y garantizar el ejercicio pleno de todos los derechos”, concluyó Lorena Villavicencio.
La jornada estuvo acompañada por testimonios en video y cuadros pintados por víctimas de uniones infantiles, como parte de una estrategia para visibilizar esta problemática en todo el país.




