Obispos y sacerdotes mexicanos en la línea de fuego
El sacerdote Héctor Alejandro Pérez fue atacado a tiros en Villahermosa, Tabasco, lo que ha encendido las alarmas sobre la creciente violencia contra miembros de la Iglesia Católica en México. El hecho, ocurrido recientemente, se suma a una preocupante lista de agresiones que han puesto a obispos y sacerdotes en la línea de fuego.
De acuerdo con el Centro Católico Multimedial (CCM), esta violencia no es aislada. Las agresiones contra religiosos se han intensificado, sobre todo en Guerrero, Ciudad de México, Chihuahua, Michoacán y Jalisco, donde el crimen organizado tiene fuerte presencia.
Así lo confirmó el sacerdote Omar Sotelo, director del CCM, quien advirtió: “La violencia contra la Iglesia Católica es muy marcada”.
Sacerdotes en riesgo en México por violencia criminal
México, con una población mayoritariamente católica, se ha convertido en uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio.
“Es el primer país en América Latina y uno de los primeros en el mundo donde ejercer el magisterio sacerdotal es peligrosísimo”, aseguró Sotelo.
Las cifras lo confirman: un cardenal asesinado, 57 sacerdotes muertos, cuatro religiosos más, cerca de 100 hechos violentos registrados, y 26 templos atacados cada semana. Además, se han documentado alrededor de 900 amenazas de muerte y extorsiones dirigidas a sacerdotes.
Para el CCM, los sacerdotes son blanco porque trabajan en comunidades controladas por el crimen organizado.
“Nuestros sacerdotes trabajan en tierra de narcotraficantes… si son capaces de matar a un cura, pueden matar a cualquiera”, sentenció Sotelo.
Iglesia exige seguridad ante ola de ataques
Además de denunciar la violencia, Sotelo destacó que muchas parroquias suplen funciones del Estado, ofreciendo servicios médicos, asesoría legal, apoyo a migrantes y mujeres en situación vulnerable.
“Hacen lo que los gobiernos han dejado de hacer”, dijo.
Frente a este panorama, la Iglesia exige una estrategia de seguridad más eficaz. “Las autoridades son incompetentes”, acusó el padre Sotelo, quien también criticó la falta de profesionalización de los cuerpos policiacos. Advirtió que, si la situación no cambia, “seguirán corriendo ríos de sangre en el país”.
