Rescatistas del fondo: así opera el Batallón de Atención a Emergencias
Cuando un huracán azota el país, hay quienes no huyen del peligro, sino que se lanzan directo al corazón del desastre para salvar vidas. Son los integrantes del Batallón de Atención a Emergencias (BAE), una unidad de élite del Ejército Mexicano especializada en rescate acuático, urbano y en montaña.
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El BAE está compuesto por 598 efectivos, mujeres y hombres con entrenamiento extremo, diseñados para actuar cuando el tiempo y las condiciones juegan en contra. Su lema podría resumirse así: cada segundo, una vida.
Entrenamiento de élite: bajo el agua y a contrarreloj
Diariamente, los buzos del BAE realizan 8 horas de entrenamiento para perfeccionar sus habilidades en condiciones adversas. Uno de los ejercicios más exigentes es la apnea a 50 metros, esencial si ocurre una falla en la manguera de aire o en el tanque de oxígeno.
“Una apnea a distancia permite llegar a un compañero o abortar el buceo de forma segura”, explica José Cruz, instructor del Batallón.
En mar abierto, esta distancia puede llegar hasta 80 metros, lo que exige no solo resistencia física, sino un alto nivel de concentración.
Además, entrenan el salto desde tirolesa en movimiento, simulando descensos desde helicópteros durante operaciones reales. Sin tanque ni aletas, con solo un casco y chaleco, identifican a víctimas conscientes para su rescate inmediato.
“La aeronave no puede detenerse. Debemos saltar en movimiento y alcanzar a la víctima. Así entrenamos lo más cercano a un evento real”, detalla el instructor.
Huracanes y rescates reales: experiencia sobre el terreno
El Batallón ha participado en operaciones reales durante los huracanes “Norma” y “Otis” en 2023, y “John” en 2024, donde realizaron búsqueda de víctimas, rescate de cuerpos y evacuaciones en zonas inundadas de Baja California y Acapulco.
En estas intervenciones, el uso del equipo completo —botella de aire comprimido, chaleco compensador, brújula, visor y aletas— es vital. Pero también la comunicación, que bajo el agua cambia por completo: si hay visibilidad, se recurre a señas manuales. Si no, usan un código de tirones con cuerdas que les permite coordinar sin palabras.
“Con visibilidad nula, el sistema de señales con cuerdas se vuelve indispensable para mantener contacto”, señala Cruz.
Una vez que localizan a una víctima, utilizan técnicas de embalaje y bolsas de flotación, las cuales generan empuje al inyectarse aire, facilitando la elevación del cuerpo sin dañarlo.
Multifuncionales: del fondo del mar a la alta montaña
El personal del BAE no solo actúa en agua. También está capacitado para atender emergencias en:
- Incendios
- Estructuras colapsadas
- Zanjas y edificios altos
- Alta montaña
“El rescatista debe saber de todo: apagar incendios, entrar a una estructura derrumbada o rescatar a alguien en una zanja o en el mar. Para eso entrenamos”, afirma el comandante del Batallón, Jorge Sánchez.
Cada intervención representa un reto extremo. Pero para estos rescatistas, el verdadero objetivo es volver con vida… y traer de vuelta una más.
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