COVID-19 arraiga desafíos en empleo y educación para mujeres

Han sido casi dos tercios de empleos los que se han perdido, todos ocupados por mujeres. Foto: Cuartoscuro.

Hasta el año 2019, México figuraba en la región de América Latina como el país en donde las mujeres enfrentaban las peores perspectivas económicas. A nivel global se ubicó en la posición 124 de 153 naciones, sobre las oportunidades económicas que existían para las mujeres, de acuerdo con un análisis elaborado por el Foro Económico Mundial.

La pandemia de COVID-19 ha agravado ese panorama, arraigando la desigualdad de género en aspectos como el empleo y la educación de las mujeres, que en palabras de la empresaria mexicana Angélica Fuentes Téllez son vitales para generar escenarios verdaderamente incluyentes y equitativos.

“Con el paso de los años, México ha venido arrastrando problemáticas en materia de equidad de género. El confinamiento y cuarentenas que se han dictado en el país para contener la propagación de Covid-19, representaron hasta cierto punto un retroceso a los avances que las mujeres venían logrando en aspectos económicos, educativos y laborales”.

Datos revelados por el Gobierno Federal, señalan que desde el inicio de la pandemia han sido casi dos tercios de empleos los que se han perdido. Todos ocupados por mujeres.

A un año de que el virus del SARS-CoV2 ingresó a México, únicamente el 40% de mujeres en edad laboral cuentan con un empleo, en comparación con el 44% del que se tenía registro hasta antes de la pandemia.

“El desempleo de las mujeres y la falta de educación o programas de empoderamiento empresarial femenino, siguen siendo un enorme desafío para el Gobierno y la sociedad en general. Esa falta de oportunidades y brecha de género tiene un costo económico para el país de casi 25% del ingreso per cápita”, destaca la inversionista mexicana.

Fuentes Téllez que desde hace años impulsa el empoderamiento femenino en todos los niveles y sectores, identifica como un aspecto primordial de la segregación de género existente en el país, a la falta de oportunidades educativas para las mujeres, que al llegar a la edad adulta ven limitadas sus oportunidades laborales y por consecuencia, viven con limitaciones económicas.

“Ser capaz de comprender el panorama financiero actual y tomar buenas decisiones sobre el dinero son habilidades clave para la vida de todos; sin embargo, son esenciales para las mujeres en su camino hacia el empoderamiento. Las investigaciones han demostrado que, a nivel mundial, las mujeres se quedan atrás en la educación financiera, una habilidad fundamental para su desarrollo como individuos autónomos e independientes”.

Fuentes Téllez precisa que el crecimiento económico no es la fórmula mágica del empoderamiento, “las mujeres deben estar bien capacitadas para tomar decisiones financieras. Es imperativo que las iniciativas para empoderar a las mujeres también se centren en garantizar su educación financiera”, considera.

Ante eso y a través de MUVOP, el último de sus emprendimientos, la empresaria mexicana brinda a mujeres de todo el mundo acceso a programas flexibles de educación financiera que aumenten su autonomía económica, promuevan el espíritu empresarial y las ayuden a desarrollar la capacidad financiera de una manera atractiva e inspiradora. Permitir que las mujeres naveguen por el panorama financiero con mayor comprensión es una forma de empoderarlas para que tomen el control de sus propias vidas; les da confianza para diseñar un proyecto de vida”, señala.

El panorama de la denominada segunda ola de brotes de COVID-19 en México, no es alentador de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que en meses pasados reveló que sería alrededor del 50% de las mujeres las que estarían en riesgo de perder sus empleos y autonomía financiera como consecuencia de la pandemia.

Angélica Fuentes considera que dichas consecuencias serán desproporcionadas y más perjudiciales para las mujeres.

Destaca también como una de sus principales preocupaciones para la era post-COVID, la brecha salarial que también se arraiga en la esfera laboral y que desfavorece al sexo femenino constantemente.

“De no actuar en favor de la equidad de género inmediatamente en todos los niveles, un año de pandemia restaría 25 años de avance en igualdad de condiciones para las mujeres y esto a su vez, generaría un efecto dominó que impactaría directamente en la estabilidad económica, social y familiar del país”, advirtió.

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