Los 3 métodos para liquidar tus deudas impagables en créditos y tarjetas

El manejo inadecuado, aportaciones insuficientes y factores externos pueden elevar tus deudas en créditos o tarjetas, haciéndolos incluso impagables, tanto por el saldo como por las mensualidades tan altas que llegan a exigir. Por ello, en Unotv.com te contamos sobre los 3 métodos para liquidar las deudas que parecen impagables.

Ante la facilidad de que una tarjeta de crédito se salga de control, en diversas ocasiones te hemos recomendado no endeudarte más allá de lo que puedes pagar, así como analizar bien tus compras y hacerlas de forma responsable para que no se conviertan después en un dolor de cabeza. En esto también puede ayudarte a llevar un presupuesto mensual.

Los 3 métodos para liquidar deudas impagables

Como seguramente recordarás, tanto al solicitar un crédito, como al aceptar o pedir una tarjeta de crédito, debes revisar bien las condiciones que te ofrece, como las comisiones, seguros, si hay anualidades, y otros pagos, englobados en el Costo Anual Total (CAT), que será lo que determine qué tan caro te saldrá.

Además, contemplando que especialistas la recomendación de que tus deudas no excedan el 35% de tus ingresos, lo aconsejable es siempre pagar más del mínimo, alrededor del doble, para así evitar que tu saldo siga incrementándose con los intereses.

Sin embargo, si ya sientes muy pesada la deuda de una o varias tarjetas, que incluso consideras que nunca alcanzarás a pagar, ya sea por que no aportabas mucho a tu saldo, porque te surgieron gastos que no contemplabas, o porque te quedaste sin trabajo o ingresos y ya no tenías ni para el mínimo, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) hay tres métodos para que puedas salir de esa y recuperar tu economía.

Para elegir cuál de estos te conviene, lo primero es ver en qué estado está tu situación, si estás al corriente en tus pagos, pero sólo no ves el fin de tu deuda, o si ya de plano has pasado al menos 90 días sin abonar a tu saldo.

Estás al corriente

  • Plan de pagos:

Como primera opción, y quizá la más sencilla, está el plan de pagos fijos, con la que puedes pedirle al banco que difiera tu saldo para que te sea más fácil pagarlo a meses y, sobre todo, con los intereses fijos, en vez de que éstos sigan incrementándose mes con mes, pues regularmente es lo que las hace impagables.

Para éste, lo ideal es que acudas a tu banco o hables a la línea de atención a clientes, preguntando por un plan de pagos fijos, aunque en ocasiones te llega la invitación para pedirla en el estado de cuenta, ya con una propuesta previa de cómo quedarían tus mensualidades y cuántas serían. Regularmente para esto se usan plazos de entre 6 y 60 meses.

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Lo que sí, en caso de que optes por este método, ten en cuenta que lo recomendable es ya no usar la tarjeta, si no sólo volverás a “ahorcarte”, pues tus nuevas compras no se integrarán al plan de pagos, sino que estarán aparte, generando sus propios intereses.

  • Consolidar deudas:

En segundo lugar, está la idea de consolidar tus deudas, que no es más que el pasar los saldos de varias tarjetas a una sola. Aunque en esta opción no tendrás el beneficio de que la deuda esté congelada, como en la anterior, sí te permite elegir entre tus créditos el que ofrece mejores condiciones, como la tasa de interés más baja, menos comisiones o la anualidad más económica.

Ésta tiene también la ventaja de que regularmente el banco te ofrece jalar tu deuda de otras tarjetas con una tasa preferencial, con la que pagarás menos intereses. Lo malo es que no todas las instituciones dan esta oportunidad ni en todas sus tarjetas, siendo lo más común que ocurra como promoción en los primeros 30 días de adquirida una cuenta de crédito nueva.

Además, recuerda que, si consolidaste el saldo de otras tarjetas en una, la tasa preferencial que te ofrezcan sólo aplicará para esa cantidad, mientras lo que gastes después, y lo que ya debías en esa, seguirán generando intereses según la tasa normal, especificada en tu contrato.

Abonar poco es de lo que más sube las deudas en créditos. Fuente: Pexels

Ya estás en moratoria

Por otro lado, si por alguna razón ya pasaste al menos 90 días sin abonar nada a tu préstamo o tarjeta de crédito, tu banco ya te considera en moratoria y lo más posible es que tu caso ya esté en la oficina o despacho de cobranza, que podría ya requerirte el pago completo de tu saldo, con intereses y otras comisiones.

  • Reestructurar tu deuda:

En este escenario, te quedaría la posibilidad de, pedir un plan de pagos fijos, o de plano irte por la reestructuración de deuda, que aunque parezca ser la salida más fácil, te dejará huella por seis años en tu historial crediticio, por lo que no podrás acceder a algún otro préstamo de ningún tipo.

La ventaja en éste es que puedes negociar con tu acreedor la disminución de tu saldo o la eliminación de los intereses que éste generó, permitiéndote pagar mucho menos de lo que tendrás que liquidar de seguir abonando lo mínimo. También, que por lo general cuando llegas a un acuerdo así debes hacer el pago total en una sola exhibición.

Aunque, como dijimos, en este caso el banco incluirá en tu historial crediticio que recurriste al uso de “quitas” para liquidar tu deuda, junto al incumplimiento en tus pagos, bajando tu calificación, con consecuencias negativas en tu acceso a nuevos préstamos hasta por seis años.

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