En México, durante el 2020, 16.1 millones de personas de 12 años y más, vivieron alguna situación de ciberacoso, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De esta cifra, 9 millones de quienes sufrieron acoso cibernético fueron mujeres y 7.1 millones hombres, lo que equivale al 21% de la población de 12 años y más que usó internet entre octubre de 2019 y noviembre de 2020.
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¿Qué es el ciberacoso o acoso cibernético?
El propio INEGI detalla que el ciberacoso se refiere a la exposición, repetida y de forma prolongada, de una persona a acciones negativas con la intención de causar daño o molestia, utilizando medios electrónicos tales como el teléfono celular.
Entre las situaciones de acoso cibernético experimentadas por los jóvenes mexicanos se encuentran las siguientes:
- Recibir mensajes ofensivos, con insultos o burlas.
- Recibir llamadas ofensivas.
- La publicación de información personal, fotos o videos (falsos o verdaderos) para dañar.
- Críticas por apariencia (manera de vestir, tono de piel, peso, estatura, etc.) o clase social.
- Insinuaciones o propuestas de tipo sexual.
- Suplantación de identidad para enviar información falsa, insultar o agredir a otros personas.
- Ser contactado(a) por medio de nombres falsos para molestar o dañar.
- Vigilancia en sitios o cuentas en internet para causar molestia o daño.
- Provocaciones en línea para generar reacciones negativas.
- Recibir fotos o vídeos de contenido sexual que generan molestia.
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El ciberacoso llega a provocar graves daños como baja autoestima, depresión, frustración, ira y pensamientos negativos en las víctimas, asegura Javier Rincón, experto en ciberseguridad y Country Manager para México de Avast.
Entre las formas más comunes de este tipo de acoso, según Avast, se encuentran:
- Hostigamiento: consiste en una serie de comportamientos amenazantes, como mensajes ofensivos continuos, el acecho en línea o el acoso colectivo de un grupo hacia una persona.
- Acoso sexual: puede incluir desde el envío de mensajes con contenido sexual o amenazar con la publicación de videos o fotos comprometedoras sin el consentimiento de la víctima.
- Troleo: es una cadena de mentiras o burlas hacia una persona con la intención de provocar una reacción emocional en la víctima.
- Outing/Doxing: se comparte información personal de la víctima sin su consentimiento, como su dirección o teléfono o mensajes privados, con la intención de avergonzar o humillar.
- Fraping: consiste en irrumpir las redes sociales de alguien o crear un perfil falso para hacerse pasar por la víctima para humillar o arruinar su reputación con publicaciones inapropiadas.
- Dissing: es cuando el ciberacosador difunde rumores o publica fotos, vídeos o capturas de pantalla humillantes de sus víctimas. Por lo general, el acosador busca avergonzar y arruinar la reputación y las amistades de su víctima.
- Swatting: cuando un acosador envía un mensaje o realiza una llamada telefónica con calidad de “urgencia” avisando de un secuestro o alguna otra situación de peligro.
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¿Cómo prevenir el ciberacoso?
Durante el 2020, el 52.9% de los hombres y 70.1% de las mujeres de 12 años y más que utilizaron internet en México y fueron víctimas de ciberacoso tomaron la acción de bloquear a las personas, cuentas o páginas de donde provenía.
Aunque es una acción positiva, hay algunas más que los internautas pueden llevar a cabo para tratar de evitar ser víctimas de ciberacoso:
- Bloquear el perfil o cuenta de quien los está acosando.
- Mantener perfiles en redes sociales privados.
- No enviar fotos, videos o información a desconocidos.
- Dejar de interactuar con perfiles o cuentas donde se registre acoso cibernético.
- Usar las herramientas de redes sociales que permiten denunciar contenido inapropiado u ofensivo para que pueda ser removido de las distintas plataformas.
- Tener contraseñas fuertes y únicas para cada aplicación o red social.
- Considerar el uso de una VPN (red privada virtual) que cifrará la conexión a internet haciendo que mantenga su privacidad al navegar en línea.
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Ojo: Entre parejas también puede existir el ciberacoso o violencia digital por medio de las siguientes acciones:
- Robo de contraseñas.
- Acceso sin consentimiento a información personal en redes sociales, correos y otras aplicaciones.
- Mensajes ofensivos mediante WhatsApp, inbox o Telegram.
- Descalificar en internet o redes sociales.
- Suplantación de identidad en redes sociales.
- Insultos.
- Amenazas.
- Control de ubicación.
La recomendación, en general, es denunciar siempre este tipo de acciones o, si se es menor de edad, dar aviso a padres de familia o tutores.
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