Develan pasaje a entrañas de Teotihucán

AP México 28-10-2014 20:33

Después de 11 años de trabajo por fin llegaron al final del túnel.

El descenso por la estructura metálica se asemeja a la entrada a una mina, pero lo que encierra el túnel que recorre las entrañas del templo de la Serpiente Emplumada, el lugar de donde se cree que emanaba el poder de Teotihuacán, es un viaje al inframundo de una ciudad enigmática que floreció entre el siglo II y el V de nuestra era, 50 kilómetros al noreste de ciudad de México.

Aunque son apenas 150 metros, los arqueólogos han encontrado en este túnel cerca de 70 mil objetos, desde bastones de mando hasta ofrendas y semillas, pasando por esqueletos de animales que podrían ser jaguares y extrañas esferas metálicas de distintos tamaños. Son rastros de una forma de entender la vida y la muerte aún muy desconocida, y se espera que esta semana las autoridades anuncien oficialmente las conclusiones preliminares de la excavación.

Después de 11 años de trabajo, los integrantes del proyecto Tlalocan (“camino bajo la tierra” en náhuatl), financiado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH), llegaron al final del túnel y están asombrados con lo que encontraron.

La temperatura va bajando a medida que se desciende. La humedad crece. Unas tablas preservan el suelo del túnel, enlodado. "Quisieron recrear el mundo exterior, por eso escavaron hasta el manto freático, para que también hubiera ríos", explica el arqueólogo jefe de la excavación, el mexicano Sergio Gómez.

Cerca de la entrada, una especie de chimenea conecta con el exterior, quizás un observatorio de hace dos milenios, especula el arqueólogo. Ese fue el lugar que se hundió por azar en 2003 durante unos trabajos de conservación de la pirámide y desveló a Gómez y a su colega francesa Julie Gazzola la existencia del túnel.

Gracias a un georradar y tecnología láser se tuvo una idea de la estructura del túnel. Luego introdujeron un robot para que explorara entre las grietas. Más tarde otro más sofisticado para llegar más allá. Solo en Egipto se había hecho algo parecido, aunque en mucho menor escala.

El objetivo era explorar lo que los habitantes de este lugar quisieron preservar de toda mirada con 25 muros y toneladas de roca y tierra. Lo reabrieron al menos en una ocasión, se cree que para introducir algo. Desde entonces, hace mil 800 años, nadie había vuelto a entrar ahí. Hasta ahora.