Se estrena primer filme sobre la tragedia de Fukushima

EFE Tokio 06-03-2014 01:39

Cuenta la historia de una familia de agricultores obligada a vivir en los albergues para damnificados.

La película "Ieji", el primer largometraje de ficción que trata el drama del accidente nuclear de Fukushima, llegó esta semana a la cartelera nipona.

Dirigida por Nao Kubota, "Ieji" (que puede traducirse como "Camino a casa") cuenta la historia de una familia de agricultores obligada a vivir en las "kasetsu jutaku", prefabricados para albergar a los damnificados por culpa del terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011 y del accidente derivado en la central de Fukushima.

Obligados a convivir en espacios reducidos y transplantados a una comunidad donde no comparten lazos con sus nuevos vecinos, algo muy habitual entre los damnificados, la familia aguarda impaciente el permiso del Gobierno para retornar a sus tierras, que resultaron envenenadas por la radiación.

Finalmente los dos hermanos que encabezan el clan, interpretados por los actores Kenichi Matsuyama y Masaaki Uchino, deciden saltarse las restricciones de acceso a los municipios aledaños a la accidentada planta nuclear para recuperar así los campos que su familia ha labrado desde hace generaciones.

Las restricciones de estas áreas siguen activas en municipios que se encuentran hasta a 15 kilómetros de distancia de la planta.

Aunque el director ya explicó en el certamen berlinés que la película no pretende hacer apología o ser una crítica del uso de la energía atómica, medios nipones ya la consideran como una obra antinuclear por el mensaje que transmite sobre las consecuencias del accidente en la central japonesa.

A punto de cumplirse tres años de la tragedia en el noreste de Japón, el Gobierno parece finalmente encaminado a reactivar progresivamente las centrales nucleares que fueron detenidas a raíz del accidente, aunque un 40% de los nipones se muestra en contra, según una encuesta.

El accidente provocado por el terremoto y tsunami de 2011 en la central de Fukushima fue el peor desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.