Con tan sólo 19 años, Elisa trascendió después de su muerte y logró mejorar la calidad de vida de cinco personas al donarles sus órganos.
La paciente fue diagnosticada con hemorragia cerebral severa y, a pesar de los esfuerzos médicos, no logró recuperarse. Por ello, los padres dieron un gran paso y tomaron la decisión de honrar el deseo de su hija de ser donadora voluntaria y ayudar a otros a vivir mejor.
La joven cumplió su sueño: en un acto de solidaridad y altruismo, donó su hígado, riñones y corneas a pacientes que estaban en lista de espera.
En los pasillos del Hospital General de Zona No. 1 en la ciudad de La Paz, Baja California Sur, se aguardaba el momento en que personal médico trasladara a la joven para darle su último adiós. En medio de lágrimas y gratitud, Elisa fue despedida con aplausos en una caravana donde familiares, amigos, médicos y personal del IMSS reconocieron y apoyaron su decisión de salvar vidas.
Desde el 2008, año en que dio inicio el programa de donación de órganos y tejidos en el IMSS de Baja California Sur, se ha logrado realizar un total de 87 donaciones con éxito.