Noé Carmona navega en un pequeño bote por los canales de Xochimilco mientras intenta vender elotes a los clientes apostados en coloridas trajineras.
Es medio día, pero los turistas son pocos y Carmona no ha vendido ni uno de estos maíces. La razón: el número de visitantes ha caído un estrepitoso 80% desde que un joven se ahogó en los canales el pasado 1 de septiembre.
Estoy pensando en cambiar de trabajo temporalmente, pues la economía está muy baja. Ya es medio día y aquí estoy vendiendo apenas mi primer elote. Lo que yo vendía eran unos dos mil pesos por día, ahora nada más estoy vendiendo unos 200 o 300 pesos". Noé Carmona, comerciante de Xochimilco
Xochimilco, un conjunto de canales e islas artificiales conocidas como "chinampas", creadas hace siglos por los aztecas y otros grupos indígenas, es una zona declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO y atrae a cerca de un millón de turistas al año.
- Enclavado en la Ciudad de México, se convirtió en un lugar perfecto para descansar con familia y amigos.
El escenario de fiesta con música, comida y bebida en las trajineras era común hasta que un joven intoxicado cayó de una y murió ahogado.
[Más sobre el tema: Hallan cadáver de joven que cayó de trajinera en Xochimilco]
- Para evitar riesgos, las autoridades restringieron la venta de alcohol y obligaron al uso de salvavidas.
Hasta ahora, estas reglas solo existen en papel y en la zona, dicen, no han ayudado a que vuelvan los turistas.
Casi no hay suficientes chalecos -solo unos dos por trajinera- pese a que cada una tiene capacidad para 18 personas.
- Las autoridades han incrementado los patrullajes en Xochimilco desde el ahogamiento.
Para algunos visitantes, los chalecos y los límites al alcohol socavan la libertad que siempre ha significado Xochimilco.
- Comerciantes coinciden en algo: el turismo todavía no vuelve a Xochimilco.