Vecinos de la colonia Villas Colibrí, en la capital de Guerrero, se percataron que había 10 perros agonizantes en las calles de su unidad, siete de los animales fallecieron por envenenamiento, mientras que un locatario logró salvar a tres canes obligándolos a tomar agua de limón con leche para revertir el efecto del veneno.
Tras inspeccionar las calles detectaron pedazos de pollo los cuales contenían veneno, mismos que de acuerdo con los vecinos, fueron colocados horas antes por una persona de la cual hasta ahora se desconoce su identidad.
Más de 48 horas permanecieron los cuerpos de los caninos en las calles, ya que ninguna autoridad municipal acudió a realizar el levantamiento, pese a que estos podrían representar un foco de infección para los pobladores, los cuales pagaron a un servicio privado de recolección de basura 200 pesos por perro para que se los llevara.
Tres de ellos se mantienen en recuperación y a pesar de que la mayoría de los perros que fueron envenenados se encuentran en situación de calle, la comunidad optó por alimentarlos y cuidarlos desde su llegada a la unidad habitacional ya que tienen constante convivencia con los niños, además de alertar sobre cualquier presencia extraña en las calles.