Testifican 53 policías por caso Homero, defensor de la mariposa monarca

Homero Gómez González, desapareció desde el pasado 14 de enero. Foto: Facebook / Homero Gómez González

Como parte de la investigación para dar con el paradero de Homero Gómez González, un cuidador del bosque y protector de la mariposa monarca en Michoacán, la Fiscalía General del Estado (FGE), levantó los testimonios de 53 elementos de la policía municipal de Ocampo y Angangueo, este lunes.

Cabe resaltar que ya ha pasado más de una semana desde que Homero Gómez González, presidente del Comité de Administración del Santuario El Rosario, fue reportado como desaparecido el 14 de enero pasado, informó la Fiscalía General del Estado de Michoacán.

Luego de entrevistar a los 53 elementos de la policía municipal, de los cuales 29 pertenecen al municipio de Ocampo y 24 son de Angangueo, la Fiscalía michoacana continuará con los actos de investigación y acciones operativas para la localización de la víctima, se indicó en las redes sociales de la dependencia y comunicación local.

Homero, el defensor y activista de la mariposa monarca

Gómez González, además de ser ingeniero agrónomo, desde hace 25 años ha sido un activista, defensor de los bosques y presidente del comité de dicho santuario, el cual protege a la mariposa monarca.

A principios de noviembre pasado, en entrevista, Gómez González hablaba entusiasmado, de ese color naranja que las mariposas monarcas impregnan en los oyameles de los santuarios El Rosario y Chincua, en Michoacán.

Decía que las monarcas habían cumplido con su llegada desde el 2 de noviembre, a pesar de granizadas, lluvias y frío, para revolotear alrededor del bosque y luego posarse y plasmar su color naranja.

Homero Gómez González externaba esa felicidad de ver la nube naranja de los lepidópteros y estimaba una gran afluencia de turistas a los senderos en donde pueden ver los bellos colores del insecto en el Santuario El Rosario, ubicado en el municipio de Melchor Ocampo, Michoacán.

  • También resaltó que habían erradicado la tala de árboles y que reforestaron como nunca. En El Rosario, en cuatro años plantaron, un millón de oyameles y pinos, pero también han estado al pendiente de que no haya incendios.