Un cachorro de tigre blanco y un oso negro fueron asegurados en distintos operativos realizados en Nuevo León, por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
La primera acción ocurrió en una casa-habitación del municipio de Guadalupe, donde autoridades rescataron al felino hembra, de aproximadamente 5 meses de edad. Al realizarse la inspección, se constató que el ejemplar fue adquirido por los habitantes del lugar en una tienda de mascotas de Puebla, y contaban con el permiso correspondiente.
Sin embargo, el espacio consignado para la vida y desarrollo del animal resultaba inapropiado y peligroso para su manejo, por lo cual fue trasladado a las instalaciones del Zoológico Parque La Pastora.
Por otra parte, la Profepa aseguró un ejemplar de oso negro, el cual se encontraba en un Rancho ubicado en el Ejido San Pedro de la Piedra, en el municipio de Sabinas Hidalgo, Nuevo León.
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Denunciaron el maltrato
Luego de recibir una denuncia ciudadana, inspectores de la Profepa encontraron el ejemplar de oso dentro de una jaula improvisada, construida a base de alambre.
- La hembra, de aproximadamente dos años de edad, presentaba evidentes faltas al trato digno debido a que el lugar en donde se le mantenía en cautiverio no era el adecuado.
El dueño del rancho atrapó al ejemplar cuando era apenas un osezno (cachorro). Al extraerlo de su hábitat, la persona no contaba con las autorizaciones correspondientes, por lo que el oso le fue asegurado y quedó bajo resguardo en las instalaciones del Zoológico Parque La Pastora.
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