Chahuites, en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca, es un paso obligado para miles de migrantes centroamericanos.
Hace casi tres años, activistas defensores de los Derechos Humanos habilitaron en esta zona un albergue donde los centroamericanos son alimentados y recobran fuerzas para seguir su camino hacia el norte, sin embargo, podría cerrar sus puertas en los próximos días, debido a que el presidente municipal de Chahuites, Leobardo Ramos, conocido como "Donald Trump oaxaqueño", no quiere a los migrantes en la zona.
Ramos Lázaro pidió a los activistas la reubicación del albergue, de lo contrario, lo cerraría, porque -desde su perspectiva- el aumento de la delincuencia que azota en el municipio es originada por la presencia de los centroamericanos.
El edil espera la respuesta de los activistas a más tardar el 14 de junio, y si el albergue no se reubica a las afueras de la población, amenaza con cerrarlo él mismo.
"Yo quiero el bienestar del pueblo, quiero que los niños transiten libremente, ya no caminan en esa calle". Leobardo Ramos Lázaro, presidente municipal de Chahuites, Oax.
Para los activistas, la postura de la autoridad local es discriminatoria.
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