La segunda caravana migrante que ingresó al país el pasado 29 de octubre permanece en Matías Romero, Oaxaca. Sus integrantes denuncian estar abandonados y no recibir la atención médica y humanitaria que tuvieron sus antecesores.
De acuerdo con la organización Pueblo Sin Fronteras, la autoridad municipal les permitió permanecer en el estadio Ferrocarrilero un día más, lo que aprovecharán para descansar y esperar que vecinos de la zona y la Iglesia católica les ofrezcan alimentación.
- En el lugar hay familias integradas por niños, aunque el grueso lo componen hombres jóvenes provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador, quienes se mantienen firmes en el deseo de llegar a Estados Unidos.
A diferencia de la primera caravana, ésta no cuenta con la atención constante de las autoridades municipales y federales, tampoco de organizaciones civiles, no tienen instalaciones sanitarias ni ambulancia que atienda a los enfermos, por lo que aún cuando hay integrantes que padecen enfermedades, han decidido no buscar atención médica por temor a ser deportados.
- Luis, uno de los organizadores, atribuye la falta de atención al mal comportamiento de los integrantes de la primera caravana, "por uno pagamos todos, nosotros recogemos la basura, no desperdiciamos, pero la gente ya se quedó con la imagen de los primeros que hacían desmanes y pedían dinero en las calles", explicó.
Hasta el momento, la primera caravana continúa su camino y se enfila a Querétaro. Mientras tanto, reportes señalan que la última caravana ya ha entrado a la región oaxaqueña.
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