Con el trabajo de artesanos poblanos, las familias mexicanas visten su árbol de Navidad con esferas de vidrio de Chignahuapan, un Pueblo Mágico que se localiza en la Sierra Norte de Puebla.
Esta artesanía da empleo al 80% de la población, misma que durante todo el año se dedica a elaborar las esferas de vidrio en diferentes formas y tamaños, y crean diseños para eventos especiales, comerciales o familiares como aniversarios de empresas, bodas, primeras comuniones y más.
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La gente de Chignahuapan conoció el arte de hacer esferas gracias al señor Rafael Méndez Núñez, originario de Michoacán, quien llegó Chignahuapan en 1968, donde vivió, compartió su conocimiento con los pobladores, formó una familia y murió.
Esta localidad se cuenta con 407 talleres familiares, que en conjunto al año producen cerca de 70 millones de cajas esferas, las cuales se distribuyen a toda la República Mexicana y a algunas ciudades de Estados Unidos.
¿Cómo nace una esfera?
Mujeres y hombres frente a un soplete manipulan varillas de vidrio como si fueran chicle hasta obtener un fragmento. Los artesanos colocan un extremo de este fragmento en su boca y el otro al fuego que está al rojo vivo; con la fuerza de sus pulmones soplan hasta obtener un globo transparente, el cual puede ser de varios tamaños. Entre más sople el artesano, más grande será la esfera.
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Después de la etapa del globeo, pasan al taller de metalizado para lograr el tono plateado en las esferas.
Una vez que termina el proceso, es momento de pasar las esferas al taller de pintura. En esta etapa los artesanos se dedican a darle color a las miles y miles de esferas. De manera manual son sumergidas en una cubeta o tina de pintura, ya sea de manera individual o en grupo; posteriormente son colocadas en las mesas con aserrín para su secado, el cual les toma entre 5 a 15 minutos, gracias al calor que produce el proceso de globeo.
En el taller de decoración, con destreza, paciencia y la ayuda de los pinceles se diseñan totalmente a mano formas caprichosas sobre las esferas. Es esta etapa donde los artesanos echan andar su imaginación y plasman su ingenio en cada una de las esferas, ya sean hojas, flores, grecas, bastones o todo cuanto imagine su mente.
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El recorrido, el cual es abierto al público en general. Se puede ver a lo largo de las calles del centro de Chignahuapan, donde los aparadores lucen esferas de vidrio pintadas, algunas tonos mate, otras más con brillo, figuras con movimiento o musicales, algunas más son réplicas de caricaturas como catrinas, pitufos o picachú.
Durante su visita a Chignahuapan se le recomienda visitar la estatua dedicada al comediante Ricardo Henaine Capulina , la laguna, la cascada el Salto de Quetzalapan, el balneario de aguas termales, así como la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción.
De acuerdo al alcalde de Chignahuapan, Francisco Javier Tirado, se espera que más de 100 mil visitantes lleguen a este pueblo mágico del 7 al 9 de diciembre, por las festividades religiosas en honor de la Inmaculada Concepción.
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