Familiares del sacerdote Alejo Nabor Jiménez señalaron estar totalmente en desacuerdo con la versión que sostiene la Fiscalía de Veracruz que apunta a que el móvil de la ejecución de los religiosos se debió a un "pleito de borrachos" que terminó con un robo de las limosnas y la ejecución.
Alejo Nabor Jiménez era originario del municipio de Zoquitlán, ubicado en la sierra de la entidad poblana. Familiares decidieron velarlo y darle sepultura este miércoles en la capital de Puebla. Al sacerdote, el mayor de cinco hermanos, lo recuerdan como una persona que desde joven mostró su vocación a la Iglesia católica y a servir a los demás.
Durante el funeral, familiares expresaron que el fiscal de Veracruz, Luis Alberto Bravo Contreras, encubre al crimen organizado ya que testigos que se entrevistaron con un hermano del sacerdote, mencionaron que un comando irrumpió en el templo de Nuestra Señora de Fátima para levantar a los sacerdotes.
Por otra parte, señalaron que no confían en las autoridades veracruzanas y solicitaron la intervención de otras instancias gubernamentales para que atraigan las investigaciones, finalmente mencionaron que las autoridades eclesiásticas de México han apoyado moralmente y logísticamente para darle el último adiós al padre Alejo.
Enviarán orden de aprehensión contra los homicidas
El fiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo, informó que tienen identificados a los asesinos de los dos curas en Poza Rica. Señaló que están por enviar la orden de aprehensión contra los homicidas de los sacerdotes luego de culminar los peritajes pendientes, apegándose, dijo, al nuevo Sistema de Justicia Penal donde primero se investiga para después detener.
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