Una auténtica pesadilla es lo que vivió José Carmen Bernal García en el Hospital General de Querétaro. Una negligencia médica convirtió una operación de rutina en un suplicio que le cambió la vida.
El hombre ingresó al Hospital General de Querétaro por una extracción de vesícula y salió sin el 70% de su intestino, con el páncreas y pulmón perforado y una pierna amputada.
Hoy, a más de una año de su ingreso al nosocomio, las anomalías administrativas son tantas, que el mismo hospital no ha podido definir tan sólo el nombre del doctor que le operó.
Según dijeron, tres supuestos empleados de la Defensoría de los Derechos Humanos en Querétaro se acercaron a él para tratar de convencerlo de ceder en su queja a cambio de 20 mil pesos. Al respecto, el organismo ya emitió la recomendación número DDH/267/2015/SA al gobierno del estado.
Existe una denuncia penal con folio XI/89/2016, además de una investigación contra servidores públicos con número CI/11515/2016, contra las tres personas que, afirma su esposa, han realizado intimidaciones y amenazas contra José y su familia. Desde el mes de marzo no han tenido respuesta de la hoy Fiscalía.
A pesar de todo, José Cármen no ha perdido los deseos de salir adelante. Asegura que pudieron haberle amputado la pierna, pero jamás terminarán con sus ganas de vivir.
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