Se recupera laguna de Bacalar ante la ausencia de visitantes

Bacalar es uno de los sitios turísticos de Quintana Roo. Foto: Fátima Vázquez/Corresponsal

Debido a la emergencia sanitaria por el COVID-19, que obligó al cierre de sitios turísticos, la laguna del pueblo mágico de Bacalar, al sur de Quintana Roo, muestra una recuperación evidente.
 
Hemos visto síntomas de un ambiente más sano, puesto que hay avistamiento de fauna más recurrente, sobre todo en la parte costera y de las islas, podemos ver especies que antes era más difícil que pudieran estar en estas zonas, también más reptiles, todas las especies están regresando un poco a su hábitat; el agua se ve mucho más clara", señala Jessica Osorio Miranda,  de la Asociación Civil Programa de Gestión Común y uso Público de la Laguna de Bacalar.
 
Los prestadores de servicios turísticos reconocen que la nula presencia de embarcaciones está favoreciendo al ecosistema de la laguna que aún se mantiene cerrada por la pandemia.
 
Por la contingencia y cuarentena se dejó de realizar recorridos turísticos dentro de la laguna, señala Jacinto Camacho, guía de turistas y tour operador en Bacalar, "al no haber ruido, no haber movimiento de tantas embarcaciones que había, pues obviamente tanto la flora como la fauna, la naturaleza, el ecosistema se empezó a recuperar, porque las embarcaciones mueven los sedimentos y el agua se enturbia un poco".
 
Desde hace dos meses, autoridades suspendieron todas las actividades que mantenían saturada al cuerpo lagunar, con más de 300 embarcaciones y hasta 40 mil visitantes.

Anteriormente la gente comenta que la incidencia de turismo era muy baja, y alrededor de hace dos años, el crecimiento exponencial fue del 200%, fue demasiado acelerado para la capacidad de carga que tiene la laguna, puesto que es un cuerpo de agua grande, pero es muy particular, entonces muy frágil", señala Jessica Osorio Miranda,  de la Asociación Civil Programa de Gestión Común y uso Público de la Laguna de Bacalar.

Asociaciones civiles buscan mantener un equilibrio entre la naturaleza y el turismo para preservar al cuerpo lagunar en su mejor estado, una vez que sea reabierto al público.
 
Héctor Javier Rodríguez, integrantes de la Unión de Representantes de la Sociedad Civil de Bacalar, destaca que trabajan a nivel federal, directamente con el doctor Víctor Toledo de la Semarnat, viendo qué instrumento puede ayudar a regular el cuerpo lagunar sin que se lesionen las propiedades, sobre todo de los ejidos"y que puedan aprovechar los pueblos originarios el derecho de acceder a sus playas. Nosotros siempre hemos dicho que la manera de preservar es sabiendo aprovechar adecuadamente sin romper el equilibrio ecológico".