Carlos Muñoz Berruecos y María Esther Cruz Rodríguez son esposos y ahora enfrentan un proceso legal por fraude, pues se les ocurrió vender en 650 mil pesos una casa ¡que no era suya!
A la pareja se le hizo fácil presentarse ante un amigo y ofrecerle un inmueble en Papalotla, Tlaxcala. Su amigo, confiando en su lazo de amistad, no investigó la propiedad.
Aceptó la oferta y acordaron que el pago sería cubierto en dos exhibiciones; un enganche de 400 mil pesos a finales de febrero de 2013 y uno más de 250 mil pesos, cinco meses más tarde.
El amigo, buena onda, liquidó la cantidad total del inmueble en el plazo concedido; sin embargo, por cuestiones laborales tomó posesión de la propiedad hasta julio de 2014, cuando les solicitó a los vendedores las escrituras de la casa.
Para su sorpresa, sus amigos le exigieron otros 70 mil pesos más para darle los documentos. En ese momento la amistad ya no iba tan bien, pues el hombre descubrió que la casa que le vendieron no era de ellos ¡desde el 2012!, por lo que decidió presentar una denuncia contra la pareja.