En Sinanché, Yucatán, la familia Ramírez promueve el apiturismo, una manera interactiva de mostrar cómo se origina la miel que Yucatán lleva al mundo.
De acuerdo con Miriam Espinosa, fundadora de la Cooperativa Apiturismo Sinanché, con esta actividad buscan concientizar a la gente, para que valore el trabajo que hacen las abejas, ya que sin las abejas nosotros no somos nada, porque ellos son los que polinizan toda clase de árboles, florales y frutales, si no hay polinización, no hay vida .
Los visitantes aprenden la importante labor de las abejas, además de catar los diferentes tipos de miel. También conocen todo el proceso que se lleva a cabo para la cosecha de miel, en un recorrido que dura alrededor de hora y media.
Para iniciar la actividad, deben de colocarse los trajes especiales, overol, velo, guantes y botas, para poder conocer de cerca a cada integrante de la colmena, obreras, zángano y la reina, tanto de la especie Apis melliferas, como de las Meliponas, especie nativa de Yucatán conocida como Xunán Kab (la señora abeja en maya).
El recorrido consiste en avanzar por cuatro cabañas temáticas, donde conocen la historia de estos insectos, los tipos de miel, conviven con las abejas y, finalmente, disfrutan de las distintas mieles que aquí se cosechan.
Para reunir un kilo de miel hacen falta más de 2 mil 500 abejas, que volarán entre 40 y 10 kilómetros diarios durante 21 días, a un máximo de 25 km/hr.