Incendian auto de enfermera que atiende coronavirus en Mérida, Yucatán

El video de seguridad mostró que dos hombres rociaron combustible al auto. Foto: Kattia Espinosa

El auto, y parte de la casa de una enfermera en Mérida, Yucatán, fueron incendiados, presuntamente ante el temor de que, como profesionales de la salud, "contagiaran a la colonia" del virus del COVID-19.

Los hechos sucedieron a escasos días de haber entrado en vigor las reformas al Código Penal del Estado que sanciona la agresión a personal de salud.

El caso de la enfermera, que trabaja en el Hospital Regional del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), fue denunciado este miércoles en redes sociales por la hija de la afectada.

Estaban viendo tele, en eso ven que en una de las cámaras, en la parte de adelante se incendia, hay fuego, y le avisan a mi hermanita que estaba durmiendo. Ella despierta y sale y agarra la manguera y empieza a apagar el carro, porque ve que el carro está prendido, y llaman al 911". Manuel Moreno, hermano de la enfermera afectada.

En la cámara de seguridad se puede observar a dos sujetos con un galón de combustible, quienes se acercan a la casa, encienden un cerrillo y arrojan el líquido, seguido de la explosión.

  • Los sujetos salen corriendo, sin embargo, se puede observar que el fuego también les alcanza a ellos.

Es increíble, sencillamente increíble, porque todos somos humanos, algún día, no sabemos cuándo vamos a estar en un hospital y yo creo que necesitamos de ellos, yo creo que ante esto una gran injusticia". Miguel Romero, vecino de las afectadas.

De acuerdo con las primeras investigaciones de la Secretaría de Seguridad Pública de Yucatán, este acto contra la enfermera tiene que ver con motivos personales y no con su profesión.

Con el decreto 221/2020, desde el pasado sábado entraron en vigor las sanciones que se aplicarán a quien agreda a personal de salud en la entidad y que se persiguen de oficio.

En razón de ello, se establece una sanción de 2 a 5 años de prisión o hasta 300 días de multa al que realice la negación en la prestación de un servicio, restrinja su libertad de tránsito o se dañe la integridad emocional y psicológica en contra del personal de salud por razón del desempeño de sus labores.